– No me digas eso, por favor... – le dijo Olivia, con el rostro sombrío – Ya me siento demasiado culpable por todo, Luis.Luis se dio cuenta de que su pregunta la había incomodado, y se sentó a su lado, buscando las palabras adecuadas para suavizar el momento.
No quería hacerla sentir peor ni dar a entender que la juzgaba.
– No, no me malinterpretes, por favor. – dijo Luis, con un tono más suave, apenado por haberla hecho sentir culpable. – No te voy a juzgar por tus decisiones, Olivia.
Luis hizo una pausa, tratando de encontrar el equilibrio adecuado entre la comprensión y el deseo de saber más.
Quería entender en qué momento Olivia se había enamorado de Charly y por qué había decidido seguir esa relación, aunque no fuera la más saludable para ella, ni para nadie.
– Solo quiero entender, ¿En qué momento te enamoraste de Charly? ¿Qué te hizo querer estar con él? No te estoy preguntando para juzgarte, sino para entenderte Olivia. Hasta donde yo se, ustedes se llevaban pésimo, el está en una relación, hay algo que no me cuadra.
Ella miró a Luis, todavía luchando con sus emociones. La forma en que él hablaba, con una combinación de calma y curiosidad genuina.
– Yo... No sé. Cuando supe que ésto tenía que terminar, y cuando el se fue me di cuenta que estaba enamorada. – miró sus manos con nerviosismo.
– Por eso se fue... – dijo él comprendiendo, mirando hacia el frente.
– No se fue por eso. No sé fue por mi. Se fue porque tiene que hacer lo que está bien.
Se hizo un silencio unos segundos, y luego Luis volvió a hablar:
– Lo importante es ser honesta con vos misma y saber que, independientemente de las decisiones que hayas tomado, yo no voy a juzgarte. No soy quien tampoco para hacerlo.
Ella volteo a verlo, sintiendo sus ojos aguarse otra vez.
– ¿Por qué me decís esto? ¿Por qué no estás enojado?
El suspiró llevando una mano a su mejilla, para secar una lágrima con sus largos dedos.
– ¿Por qué iba a estar enojado?– dijo pensativo, tratando de elegir las palabras correctas. – Sí, es difícil para mí también, escuchar sobre Charly y lo que sentis por él... No te voy a mentir, me duele un poco. Pero no estoy enojado.
Luis trató de mantener un tono neutral, pero era evidente que el tema lo afectaba más de lo que quería mostrar. Aunque no lo decía directamente, sus palabras reflejaban que le importaba Liv de una manera que iba más allá de una simple relación casual.
– Supongo que me duele porque aún siento cosas por vos, Olivia. Pero eso ya lo sabías.
No quería ser egoísta ni poner más presión sobre ella, pero al mismo tiempo, necesitaba expresar sus propios sentimientos, aunque fuera de manera sutil.
Ella lo escuchaba en silencio sin saber qué decir.
– Y sé que jamás acordamos nada más allá de una relación casual. Me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes, me hubiera gustado estar en el lugar de Charly, pero las cosas no se dieron así. Entiendo que a veces las cosas simplemente no pasan y no tienen un porqué.
Se encogió de hombros, aunque el dolor de la confesión todavía lo acompañaba.
– Perdón por no habertelo dicho antes. No planee nada de ésto, las cosas solo pasaron. Jamás quise lastimarte, y por eso siempre intenté ser lo más sincera que pude. Siempre intenté mantener una distancia justamente para que ésto no ocurra... – llevó ambas manos a sus ojos, cubriéndose.
– No, Olivia. No digas eso... A pesar de todo, lo que más quiero es que vos estés bien, que seas feliz. No importa si es conmigo o con otra persona, que vos estés bien es lo único que me importa.
Luis se detuvo por un momento, observando la reacción de Olivia.
Aunque sentía tristeza por dentro, también había gratitud hacia ella por ser honesta y no ocultarle la verdad.Agradecía que, a pesar de todo, ella le hubiera dicho lo que realmente estaba pasando, aunque le hubiera costado.
– Perdón... –murmuro ella en un hilo de voz. – Me siento horrible. Y vos sos tan bueno conmigo... Gracias por entenderme, o intentar. Y las veces que estuve con vos, siempre fue todo real.
– No, no te sientas así. Gracias por ser siempre sincera conmigo. Sé que esto no es fácil para vos, y entiendo que hablar de esto puede ser doloroso. Pero valoro que me hayas contado, incluso si eso significa que las cosas no resulten como me hubiera gustado. Y se que lo nuestro también fue real, diferente... Pero yo también lo sentí.
– Gracias por ser tan maduro siempre. Por enseñarme tanto... Todo el tiempo aprendo de vos, me haces ser una mejor persona siempre.
El sonrió abrazándola de lado con cariño.
– Luis... A pesar de todo, yo no te quiero perder... – volvió a hablar ella.
El se quedó pensativo sin saber qué decir. El tampoco quería perderla, pero en aquel momento sabía que debería tomar distancia por un tiempo para sanar su corazón.
Todo lo había tomado tan de sorpresa, que necesitaba un tiempo para pensar las cosas.
– Yo tampoco. Pero voy a necesitar espacio por un tiempo... Espero que lo entiendas.
Ella asintió con la cabeza. Sabía que aún así, aquello había salido mejor de lo que esperaba.
.
Aquella noche, Olivia volvió a su casa con el corazón un poco más ligero. Hablar con Luis y ser honesta acerca de lo que había pasado con Charly fue un alivio, aunque el proceso fue doloroso. La verdad siempre dejaba un sentimiento amargo, pero al menos ahora ya no tenía que llevar la carga de guardar secretos ni de fingir que todo estaba bien.
La conversación con él había sido difícil. Había expuesto sus sentimientos y escuchado la comprensión en su voz, aunque también pudo sentir la tristeza y la decepción que sus palabras le causaron. Y a pesar de todo, él la había apoyado, sin juzgarla ni hacerla sentir peor por sus decisiones.
Mientras manejaba por las calles iluminadas por las luces de la ciudad, Liv pensaba en lo que vendría después.
Ahora solo quedaba esperar a que Zoca se enterara de lo que había pasado, o intentar olvidar por completo que todo aquello con Charly alguna vez sucedió. Ninguna opción parecía fácil, pero sabía que el tiempo tendría que ayudarla a procesar y a sanar.
Su casa estaba tranquila y silenciosa cuando llegó.
La ciudad afuera tenía su habitual bullicio nocturno, pero dentro de su hogar, todo era calma. Se quitó las zapatillas y se sentó en el sillón, cerrando los ojos por un momento para dejar que la tensión se disolviera. El alivio de haber confesado la verdad con Luis era real, pero el futuro seguía siendo incierto.
Había aprendido algo importante durante esa conversación: que el amor y las relaciones no siempre siguen un camino claro, y que las emociones a menudo son más complicadas de lo que uno quisiera.
Pensaba en que tendría que encontrar la manera de seguir adelante, ya fuera enfrentando las consecuencias de sus acciones o dejando que el tiempo suavizara el dolor... Pero en ningun escenario estaba Charly con ella. Y eso le dolía cada día más.
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No te animas a despegar | Charly García
RandomCuando Charly conoce a Liv, una diseñadora de modas y amiga de su mujer Zoca, queda cautivado por su encanto y su fuerte personalidad. Liv también se encuentra atrapada entre dos hombres: Charly García un alma caótica pero volátil, y Luis Alberto S...