XLIV | Confesión

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Charly estaba empacando sus cosas, doblando ropa y guardando objetos personales en una gran valija, pero su mente estaba lejos de esa tarea.

En lugar de concentrarse en el viaje a Buzios, no podía dejar de pensar en Olivia. Había una parte de él que deseaba correr hacia ella, mandar todo a la mierda, y vivir el momento, pero sabía que no podía ser tan simple.

Liv había terminado todo. Había sido firme y clara al ponerle fin a su relación, y Charly lo sabía, aunque eso no hacía que fuera más fácil. A pesar de su actitud desenfadada, la verdad era que le dolía, pero tenía que seguir adelante.

Y después estaba Zoca, su mujer. Ella había regresado de Brasil y esperaba que todo estuviera bien entre ellos.

El viaje a Buzios era su forma de empezar de nuevo, de darle una nueva oportunidad a la relación y olvidar todo lo que pasó.

Charly suspiró mientras guardaba un par de camisas en la valija. Quería hacer lo correcto, pero a veces el deseo y las emociones lo empujaban en direcciones opuestas. Sabía que Buzios sería un nuevo comienzo, pero no podía evitar preguntarse si realmente podía olvidar a Liv y enfocarse solo en Zoca.

La idea de dejarlo todo y seguir a Liv lo atormentaba, aunque sabía que esa puerta se había cerrado.

Cerró la maleta en un acto de aceptación, una señal de que estaba dispuesto a intentarlo nuevamente con Zoca. Demostrar que estaba comprometido con ella. Pero en el fondo, no podía evitar sentir un vacío.

Y se quedó mirando el equipaje por un momento, sabiendo que, al partir a Buzios, estaba dejando atrás algo que quizás nunca volvería a poder ser.

Tenía que ser fuerte, aunque la fuerza implicara renunciar a algo que deseaba profundamente. No había vuelta atrás, y ahora todo dependía de cómo manejara el nuevo comienzo en Buzios con Zoca.

.

Se despidió de todos sus amigos, familiares y colegas aquellos últimos días, fue duro y todos pensaron que el motivo era porque él extrañaba a Zoca y quería probar cosas nuevas en su trabajo, tal como aquella vez en que grabaron el primer disco de Serú Girán en Buzios.

También se despidió de Miguel, con la excusa (y al menos esa vez era verdad) de que en unas semanas cuando él este un poco más acomodado, Migue podría viajar con su mamá a visitarlo. También, Charly volvería a Argentina cuando él chico lo necesitara. Y así, aunque la noticia de que su padre se fuera lejos por un tiempo indeterminado, el niño había quedado un poco más conforme con el asunto.

María había terminado cediendo a su decisión.

Pero nadie, absolutamente nadie sabía el verdadero motivo de su "huída". Solo aquella personita de la que no se había despedido y dejaba atrás: Liv.

• • •

Olivia llegó a la casa de Charly con un brillo en sus ojos y una esperanza tonta dentro del corazón.

Ya desde que bajo de su auto, vió que todo estaba cerrado y ausente. Quizá Charly no estaba en casa. Golpeó la puerta y esperó paciente.

Tenía la esperanza de correr a sus brazos. De que él no se hubiera ido, y la hubiera escogido a ella.

Pasaban los minutos y nadie abría. Sintió un nudo en su garganta y se sentó, deslizándose de espaldas a la puerta principal hasta llegar al piso como derrotada por la situación.

Cerró sus ojos suspirando. Quizá era demasiado tarde. Quizá él si se había ido oficialmente a Buzios.

Una voz a unos metros la sacó de su trance:

No te animas a despegar | Charly GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora