Querido Diario...

Cuando me extrañes.

May 4, 2024.

Ya no me gusta nadie.
Ahora les gusto a los que me gustaban.
Pero no quiero nada, ni a nadie.
Una persona del pasado volvió a buscarme y llorando me dijo que desde la última vez que nos vimos, nunca pudo sacarme de su mente.

Esta vez me elegí a mí pero me hubiera gustado decirle que:

Cuando me extrañes, recordá cómo nos conocimos, cómo coincidimos.
Cuando me extrañes, recordá la primera vez que sentiste algo por mí.
Cuando me extrañes, recordá cómo te miré, el amor en mis ojos.
Cuando me extrañes, recordá el sonido de mi voz aquella vez en la que expresé mi amor.
Cuando me extrañes, recordá mis caricias, mis besos, mis abrazos.
Cuando me extrañes, recordá nuestros momentos felices, nuestras risas, nuestros chistes internos.

Cuando me extrañes, mi amor, recordá cómo me traicionaste.
Mi amor, cuando me extrañes, recordá mi voz quebrada.
Cuando me extrañes, recordá cómo dejé de comer para gustarte más.
Cuando me extrañes, recordá cómo no me diste de tu tiempo.
Cuando me extrañes, recordá cómo me faltaste el respeto.
Cuando me extrañes, recordá cómo me dejaste llorando.
Cuando me extrañes, recordá que quien se fue, fuiste vos.

No es la primera persona que vuelve a mi vida de esta forma, así que este pequeño texto se lo dedico a mis amores pasados y/o a los que creí que lo fueron.

Como mi mamá me dijo una vez, mi perdón se lo merece aquella persona que me busque en persona y se disculpe de forma sincera (ella dijo de rodillas pero tengo cierto conflicto con eso).

Ojalá alguna persona de mi pasado me hubiera amado y valorado tanto como yo lo hice en su momento.
Ojalá yo me hubiera amado tanto como amé a los demás. Tal vez así, no me hubiera dolido tanto el corazón.