𝘗𝘙𝘖𝘔𝘌𝘚𝘈.

003.

Rosé. Rosé. Rosé. Rosé.

Jisoo solo pensaba una cosa y era en ella. No necesariamente por amor, era más bien por saber algo de Rosé después de casi 10 años. Su amistad que se rompió por estúpidos sentimientos (segun Jisoo) y ahora simplemente vuelve a saber algo de ella indirectamente, como alguien puede estar con una persona por 10 años y no pedirle matrimonio. Jimin era un tonto o Rosé lo era. Pero definitivamente quería saber más.

Estaba ahora tirada en la silla de su oficina, la noche empezaba a presenciarse y los empleados a irse. Sana tocó la puerta y entró seguido de eso.

— ¿Estresada?

— Demasiado.

— ¿tu casa o mi casa?

— Mi casa.

[...]

— ¿Entonces dices que apareció de la nada a pedir trabajo? Yo digo que ella lo obligó, no se Jisoo, a lo mejor extrañaba un poco la amistad, ya sabes, mejores amigas por siempre. — se burló Lisa a través de la llamada. Kim rodó los ojos. — ¿Vas a darle el trabajo? ¿Hablaste con tu padre?

— Yo me encargo de eso y.. creo que si, es el mejor hasta ahora. Además, no lo sé Lisa, estoy confundida... no se nada de ella por muchos años y solo quiero saber como es ahora.

— ¿Enamorada o que?

— Era mi mejor amiga, nunca sentí algo por ella. — mintió, o bueno negaba lo que alguna vez llegó a sentir. — Y estoy segura que ella tampoco.

— Claro Jisoo, seguramente nunca te gustó, ¿o no te acuerdas esas noches que llorabas por cambiarte de colegio? ¿O cuando nos hablabas de ella todo el maldito día? Si yo tuviera una amiga así definitivamente me casaría con ella, no sé cosas tuyas.

— Debo trabajar, Lisa. Te hablo luego. — Colgó.

Pasó sus manos por la cara frustrada, fue un golpe fuerte de repente escuchar su nombre después de tanto. Intentó no darle importancia, al final de día no iba a cruzarse con ella, era su novio el que próximamente trabajaría en la empresa, no ella.

— Jisoo, buenos días. Recibí tu llamada y vine tan pronto como pude. Dime por favor que tienes buenas noticas.

— Jimin, toma asiento por favor. He visto varios perfiles y el tuyo fue el que estaba mejor preparado y hemos tomado la decisión de darte la bienvenida a la empresa. Felicidades. — sonrió pasándole la mano. Jimin no paraba de sonreír, estaba feliz, tenía el trabajo, solo faltaba trabajar un poco más y obtener el dinero deseado.

— Dios, estoy tan feliz, de verdad muchísimas gracias Jisoo. No sabes lo muy agradecido que estoy ahora. — hizo una reverencia y volvió a sonreír. — Rosé se alegrará de escuchar estas noticas...

— ¿Siguen juntos? — interrumpió y luego se dio cuenta de su descortés acto. — Lo siento, no debo preguntar eso.

— Tranquila, y se que es raro que tantos años estemos juntos pero no... de hecho terminamos unos meses después de que te fuiste, se comportó rara y distante, pero hace unos aproximadamente 3 años nos volvimos a ver en una cena de ex compañeros, mis sentimientos hacia ella no cambiaron y los de Rosé tampoco. —contó. — Dime Jisoo, ¿algún afortunado?