006.

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Sábado, un vaso de refresco, pizza y una buena película de romance era el plan perfecto para Jisoo esa noche. Eso hasta que Lisa y Jennie tocaron su puerta interrumpiendo su tranquila noche.

— un pájaro me dijo cositas. — contó jennie.

— ¿Ah si? Pues ese pájaro habla de más. — miró a Lisa quien sólo reía. — A ver, ya soy una mujer adulta, no tienen porque venir a mi casa a sacarme información o darme consejos sobre cosas que no pasan.

— Pero Rosé fue a tu oficina. —continuó Jennie. — Fue a verte.

— Fue a ver a su novio. Te recuerdo que es nuestro nuevo empleado.

— Mhm.. me parece un poco sospechoso eh, pero como no se como es la relación complicada de dos amigas que se tienen ganas no opino.

— Pero si tú y Lisa se tienen ganas.

Lisa se atragantó con la pizza, quería reírse pero comenzó a ahogarse. Jisoo atajaba su estómago, comenzaba a doler de tanto reír mientras que Jennie ayudaba a Lisa.

Más que amigas, un poco de todo.

— Al menos no soy estúpida y de una buena vez me la como. No como tú que tiene que esperar muchos años.

Jisoo abrió su boca indignada, la miró por varios Segundos sin saber qué responder. Creo que estaba empezando a aceptar un poco la realidad.

— Con ganas o sin ganas, ella está en una relación. No voy a meterme ahí.

— Jennie seducirá a Jimin. — apoyó lisa ganándose una mala mirada. — Es broma.

Ambas adultas siguieron con su pelea de broma, Jisoo solo sonreía al verlas tan lindas que se veían juntas.

[...]

Lunes. Lunes de nuevo, volver a la rutina diaria de trabajar, llorar un poco, comer y volver a trabajar. Jisoo ya estaba en su oficina firmando algunos papeles, cada empleado en su puesto con las ganas hasta el suelo.

Sana había pasado el domingo entero en la casa de Jisoo, disfrutando cada momento con ella. Cada vez se hacían más cercanas pero sabían que más de eso no podía pasar. Sana sabia que el corazón de Jisoo no era de ella, su corazón ya se la entregó a otra persona hace años.

— Café.

Una voz dulce y femenina se escuchó en la oficina de Jisoo, levantó su mirada y observó a Rosé de pies frente a la puerta con una taza de café en sus manos. Entonces se dibujó una sonrisa en su cara.

— Rosé. — sus mejillas se abultaron de tanto sonreír. — ¿Para mi? — asintió. — Gracias... ¿a que se debe?

— Estoy siendo considera. — rodó sus ojos y tomó asiento frente a su escritorio. Miró todo lo que estaba encima de la mesa y comenzó a jugar con su bolígrafo, dibujó varias cosas mientras esperaba que Jisoo terminara sus cosas de trabajo. — ¿Ya?

Bufó cansada.

Jisoo levantó la mirada de sus papeles y lo dejó de lado para prestarle atención.

— ¿Que haces aquí?

— Estoy aburrida.

— ¿No trabajas?

— Jimin dice que puede mantenerme.

Jisoo soltó una carcajada, pero rápidamente se disculpó.

— Eres una tonta, Jisoo.

Rosé sonrió viendo cómo la mayor volvió con el papeleo de su trabajo. Observó por debajo del escritorio y vio como este estaba libre, podía ver las piernas de Kim cruzadas mientras que movía de un lado a otro su pie. Sin que Jisoo se dé cuenta, la menor se sacó su zapato y llevó sus piernas junto con las de Jisoo.

Ella la miró.

Acarició de abajo para arriba hasta llegar a sus rodillas, Rosé no despegaba su mirada de ella, veía como Jisoo la miraba confundida, ¿por que hacía eso? No entendía pero le gustaba. Le gustaba que ella la toque. Metió por debajo del pantalón de Kim, sintiendo su piel. Ella, por fin dejó de lado lo que estaba haciendo para acercarse disimuladamente un poco más hacia su escritorio, dándole más ventaja a Rosé.

— Jisoo. — Sana entró a su oficina con dos carpetas llenas de papeles, dejó a un lado de ella y miró a ambas adultas. — Buenos días, Rosé.

— Buenos días, Sana. — Le regaló una sonrisa.

Su mirada volvió a Jisoo. — Estos son los papeles para fin de mes, hay que hacer las cuentas y luego el resultado se lo pasas a Jihyo para que pueda hacer la publicidad de los nuevos viajes que vienen. — dió media vuelta dispuesta a irse. — Ah y me la pase muy bien contigo ayer.

Sana se acercó a Jisoo dejándole un beso en su mejilla.

Rosé alzó sus cejas mirando a Jisoo. — ¿Son novias? — preguntó una vez que Sana había salido de la habitación.

— ¡No! No lo somos. — se apresuró a decir. — Solo amigas.

— Muy buenas amigas. Me gustaría tenerte como amiga.

— ¿Ah? Eres mi amiga, ¿de que hablas?

Rosé de pronto, enrolló su pierna con la de Jisoo para que no pueda levantarse de ahí, empezó a estirarla hacia a ella. La mayor puso su mano por el escritorio para evitar golpearse y miró atenta. Rosé estaba hablándole pero su mirada se detuvo en sus rojizos labios.

¿Que..? ¿Que dice?

— ¿Ah?

Que salgamos el sábado a cenar.

Claro, me gusta la idea.

Pero llevaré a Jimin.

Jisoo forzó una sonrisa. — Cita, me gusta.















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Jenlisa :)

Jenlisa :)

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𝘗𝘙𝘖𝘔𝘌𝘚𝘈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora