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Jennie corría por todas las calles de Seúl con el vestido de bodas en sus manos, recientemente la había retirado de la tintorería así que no tuvo tiempo de asegurarse que todo estuviera bien.

Mientras esperaba el taxi, llamó a su novia para preguntarle qué tal le había ido con el vestido de Rosé, se habían dividido el trabajo para que todo fuera más rápido. Todo estaba bien, tenían tiempo de sobra para prepararse y controlar el lugar. Prácticamente Jennie y Lisa eran las coordinadoras de aquel casamiento así que las responsabilidades respiraban en su nuca.

Cuando llegó a la casa de Jisoo, la encontró sentada ahogada en sus pensamientos con una taza de café en las manos. Su estilista estaba trabajando por su cabello y más tarde con el maquillaje. Kim bebió un sorbo más antes de darse cuenta de que su amiga había llegado.

— Nini. — sonrió y solo Jennie pudo darse cuenta que Jisoo estaba realmente nerviosa. — ¿Lo trajiste?

Su amiga levantó el vestido que estaba cubierto. — Lo dejare en tu cama para que puedas vestirte después, ¿de acuerdo? Y ya deja ese café para cepillarte, no queremos que Rosé huya por tu mal aliento.

¿hola? — se escuchó la voz de Rosé a través del teléfono. — Jisoo, mi amor, ¿como estás?

Demasiado nerviosa. —pudo escucharte un suspiro. — Tengo tantas emociones ahora mismo que no se como controlarlas, digo, es entendible porque voy a casarme con el amor de mi vida.

Rosé soltó una dulce risa. — Si tú estás así, no quieres verme a mi. Puedo asegurarte que Lisa me está poniendo más nerviosa, ¡ya bebió tres shots de vodka! Según ella para calmar los nervios y la que se casa soy yo.

Solo le hace falta un buen regaño de su novia.

Definitivamente. — Jisoo pudo oír unos murmullos por el teléfono. — Soo, me están diciendo que tengo que maquillarme ahora, nos vemos en unas horas, ¿si? Te amo tanto y no puedo esperar a verte. ¡No olvides tus votos!

No lo haré. También te amo, mi Rosie. — cortó.

— ¡Jisoo ven voy a ponerte tu corsé!

[...]

— ¡Buenos días a todos! — Lisa entró al salón principal observando a todos los trabajadores colocando las mesas y sillas, dándole vida y color al lugar. El trabajo estaba casi terminado, todo estaba tan hermoso. La boda estaba inspirada en las estrellas, lleno de flores blancas y luces pequeñas, el humo por los suelos dando referencia a las nubes y las fuentes de agua que iluminaban el lugar, especialmente para la noche. Todo era tan celestial. — ¡BUENOS DÍAS!

— Buenos días señora. — un joven pasó a su lado saludándola. — soy el encargado y todo está listo una vez que se acomoden las mesas. El lugar del civil está adornado perfectamente como usted lo quiso, incluso el juez ya llegó.

— ¿Y la lista de invitados?

— Ya se las di al guardia de seguridad. Solo hace falta la llegada de las prometidas para continuar.

Lisa miró su reloj y faltaba una hora y media para la llegada. — Los invitados vendrán en cualquier momento así que por favor tráigame un vaso de vino que moriré.

De pronto, Jennie se acercó a su novia apoyándose de su hombro para dejar un beso en su mejilla.

— Estas tan hermosa, Jen. — Lisa la tomó del rostro y sonriendo comenzó a halagarla aún más. — Dame un beso.

— Si te doy un beso me darán ganas de casarme, ese es el efecto de las bodas en las parejas.

Lisa tragó su saliva nerviosa ante la presencia tan perfecta de Jennie, estaba tan hermosa que no había palabras exactas para describirla.

𝘗𝘙𝘖𝘔𝘌𝘚𝘈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora