019.

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5 meses después.

"Mi Rosie, prometida mía... no supe exactamente en que momento comencé a enamorarme de ti, lo único que sé es que mi corazón es tuyo".

¿Que haces? — De pronto Rosé entró a la habitación, asustando a su prometida. Tiró el bolígrafo de sus manos y en un vago intento de esconder el papel escrito, le sonrió tímida. — ¿Que es eso?

Mis votos.

Nada, ¿no estabas en la casa de tus padres?

Park frunció su ceño acercándose lentamente a Jisoo quien sólo reía y ponía sus manos sobre la hoja.

— ¿Que tienes ahí?

— Deja de ser tan curiosa. — rodó sus ojos pero al ver las cejas de la rubia levantadas esperando una respuesta, suspiró. — Tengo un amante.

Luego de decir eso, recibió una almohada en su cara. — Mhm muy graciosa, si seguís así nos divorciaremos antes de casarnos.

Jisoo rió.

— Ya Rosie, no preguntes, dentro de unos días lo sabrás.

Para ser exactos faltaban 6 días para el gran día; la boda.

Y sinceramente había sido todo un reto para ambas, no solo por no ponerse de acuerdo con los arreglos y decoraciones, lo más complicado fue anunciar su compromiso y no necesariamente a sus padres, sino a Jimin. Simpático y carismático, él lo tenía todo, Rosé era su todo, ¿como podría escuchar esas palabras salir de la boca de su jefa anunciando su noviazgo y compromiso con su ex novia?

Estaba feliz por ella, al final de todo quería la felicidad de Rosé, y si no era con él y si con Jisoo, lo entendía, pero no quería saber nada más y así fue, días después pidió la renuncia la cual, con una gran pena, fue aceptada recompensándolo rápidamente por su arduo trabajo.

Jisoo entendía su posición, sabía como se sentía ver al amor de su vida con otra persona, pero ya no más, ella volvió a su vida para llenar su alma y corazón con mucho amor y sinceridad.

— Te amo. — y volvió a sentir una almohada en su rostro. — Pero ya llega la despedida de soltera y te estoy vigilando. — la rubia la agarró de las mejillas apretándolo suavemente. — no puedo esperar a verte en tu hermoso vestido, simplemente es algo increíble.

— Nunca pensé que este día llegaría.

— Manifestaste.

— Día y noche. Minuto tras minuto.

Sintiendo el calor de sus labios chocar y sus sonrisas traviesas la emoción del momento se apoderó, tan pronto podrán decirse felizmente esposas, compartiendo amor y corazón, uniendo sus almas en una sola como lo habían soñado desde tan jóvenes.

Rosé observó una vez más su anillo y con la sonrisa más grande del mundo volvió a dejar un pequeño beso en los labios de su prometida.

— Cuento los días para finalmente casarnos.

[...]

Entonces estaba ahí Jisoo mirándose frente al espejo, vestida de una linda falda blanca acompañada de una simple remera celeste, tenía el maquillaje lo suficientemente notable.

Se miró por última vez antes de tomar las llaves de su vehículo y con los nervios en el estómago y la emoción por las nubes ya no sabía cómo comportarse; su boda finalmente era mañana con el gran amor de su vida; Rosé.

𝘗𝘙𝘖𝘔𝘌𝘚𝘈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora