Habían pasado aproximadamente 3 meses desde aquel viaje el cual fue una hermosa experiencia para todos pero una tormenta para Rosé, al menos en los últimos días lo era.
En un resumen rápido, Rosé se había separado definitivamente de Jimin, fue torturoso para ambos especialmente para aquel joven que simplemente le agradeció por hacerlo feliz el tiempo que habían sido pareja, fueron maduros y pusieron sus sentimientos en orden dando la oportunidad de seguir cada uno con su camino, y eso implicaba dejar de vivir juntos.
Y si, ahora mismo, Rosé estaba viviendo con Jisoo. Agradecía que tenía una habitación aparte ¿pero para que? La pequeña siempre se infiltraba en su cama para dormir con el pretexto de que aún se sentía mal.
Había sido duro la convivencia entre ambas adultas, no por el simple hecho de que hay muchísima, demasiada tensión. También por la diferencia de tiempo, Jisoo en su mayoría siempre se encontraba trabajando y solo podía llegar de noche, a veces tarde, mientras que su amiga trabajaba desde su casa, tenía su propia oficina, ¿haciendo que? Ni Jisoo sabía. Park se quejaba por su llegadas tardías y eso la estresaba.
Había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que se besaron, casi teniendo un contacto físico cero, eso solo activaba el deseo, en realidad Jisoo se obligaba a tener sus manos quietas, ¿pero por qué? prefirió darle un tiempo a Rosé a que todas sus emociones estuvieran en orden, además estaba confundida y tenía la misma pregunta en su cabeza una y mil veces.
¿Que somos?
¿Amigas?
¿Amantes?
¿Novias?
— Hola... — Jisoo abrió la puerta de su casa anunciando su llegada, esperaba alguna respuesta pero la casa estaba en completo silencio.
Dejó las llaves sobre el estante más cercano junto con su cartera y algunos papeles. Miró la mesa sintiendo el exquisito olor del arroz, su estómago rugía de hambre y no lo pensó dos veces para atacar el plato. Se preguntaba dónde estaba su amiga y por qué no se había bajado a esperarla como cada noche lo hacía, con una hermosa sonrisa y unos abrazos dispuesta a envolverla por horas.
Era tarde así que debía estar durmiendo, de todas formas ya era viernes lo cual significaba dormir hasta las 12 de la mañana.
Subió lentamente las escaleras hasta aproximarse a su habitación, su cuerpo cansado pedía a gritos tirarse sobre su cama unas cuantas horas hasta recuperar sus energías. De pronto pudo ver a Rosé tirada sobre las sabanas blancas, su vista pegada al televisor hasta su llegada. Frunció su ceño y fingió estar dormida.
— Hola. — murmuró Jisoo acercándose a ella dispuesta a brindarle un rápido abrazo, el cual fue rechazado al esconderse bajo la cobija. — ¿ocurre algo Rosie?
Se inclinó un poco destapandola para observar su rostro aún molesto.
— Llegaste tarde, otra vez.
Jisoo solo se quedó en silencio, lo único que se escuchaba era la televisión en un programa de comida italiana. No le gustaba que Park actuara de esa manera, la obligaba a rogarle hasta que le cuente qué ocurría.
— Lo se, solo que estamos saturados de trabajo, un curso nos contrató para un viaje estudiantil, ya sabes, cuando son menores de edad es todo un desafío. — acarició su cabello pero al ver que no obtenía ninguna respuesta soltó un suspiro acompañado de un quejido. — Lo siento, ¿si?
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𝘗𝘙𝘖𝘔𝘌𝘚𝘈.
Random↳ 𝐂𝐇𝐀𝐄𝐒𝐎𝐎. ..̮ ❝ Donde las pequeñas niñas Roseanne y Jisoo prometen casarse cuando crezcan, dejando la promesa y el deseo al futuro. ❞ ➪ Prohibida la copia y/o adaptación sin mi permiso.