011.

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— ¿Y si te lanzas a Jimin? — Lisa entrecerró sus ojos y lo pensó.

— Es una pregunta con trampa, si digo que si me pegas, si digo que no te enojas y tengo que rogarte.

Jennie miró otro lado avergonzada, la conocía bien. — Lalisa eres un genia.

[...]

Jisoo mordió sus labios y tomó suavemente un sorbo de su trago, su rostro completamente rojo, no sabía si por el sol o por estar viendo a Rosé en bikini, un bikini verde que se complementaba perfectamente a su piel blanca, estaba recostada por la tumbona, sus piernas cruzadas y su brazos sobre su abdomen marcado, tenía unas trenzas y su característico lente negro.

Ver el mar es hermoso, pero ver a Rosé y el mar era simplemente perfecto.

Jisoo parpadeo solo porque su cuerpo la obligaba, porque si era por ella ni un segundo quitaría su vista de la rubia.

— mira. —susurró Lisa viendo a Jisoo.

— ¿Qué? — Jennie se acercó y la observó.— Se la va a comer con la mirada.

— Orgasmo visual.

Ambas asintieron.

— Jisoo.

— ¿mhm?

— ¿me prestas tus tarjetas para ir de compras?

— Mhm.

— Jiiiiiisoooooo.

— Mhm.

— ¿no te cepillas los dientes para dormir verdad?

— Mhm.

— me dijeron que tampoco te bañas.

— Mhm.

Lisa y Jennie rieron como niñas pequeñas y se pusieron frente a la mayor tapándole su grandiosa vista. Jisoo frunció su ceño enojada y levantó su mirada.

— ¿Qué? — dijo seca.

— Te está provocando ¿lo sabes?

— ¿Qué?

Jennie suspiró, ¿su amiga nació así de tonta o solo lo hace para tener atención?

— A ver, dame eso. —agarró el trago de Jisoo y le dio un sorbo. —Anda, ve al baño y cámbiate. Devuélvele el juego.

Jisoo iba a replicar pero la mirada de Jennie era más fuerte así que solo obedeció, ya empezaba a entender a Lisa.

Fue al baño y minutos después salió de ahí dispuesta a demostrarle a Rosé que ella también puede jugar. Así lo era, un bikini negro que resaltaba todas las curvas de la mayor, sus perfectas y suaves piernas, su cabello suelto, ondulado y negro que caía sobre sus hombros y se movía de lado a lado con su caminata. Todos con la boca abierta, ¿esa era.. su jefa? La reservada Jisoo escondía un hermoso cuerpo bajo su uniforme de trabajo.

Jennie casi se atragantó al verla así, Jisoo estaba brillando.

— Rosé no te hará tan feliz como yo. — Lisa se cruzó los brazos al escuchar esas palabras salir de la boca de su novia. — Pero apúrate porque...

𝘗𝘙𝘖𝘔𝘌𝘚𝘈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora