010.

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Jimin, como todas las últimas 3 mañanas en Brasil, salió a dar un paseo temprano. Le gustaba caminar y sentir la brisa mañanera y fresca por su rostro. Mientras tanto Rosé dormía como en su sexto sueño.

Se levantó y miró su reloj, eran las 7:17 am. Se dejó caer en la cama nuevamente. Se acomodó mejor ya que su novio ya no estaba en la cama con ella. Estiró sus piernas y abrazó la almohada.

Pero de pronto, recordó que su mejor amiga dormía en la habitación de a lado.

Se paró tan rápido como pudo y sin siquiera lavarse la cara, salió de la habitación. Tocó desesperada la puerta y una somnolienta Jisoo abrió. Frotó sus ojos.

Rosé la miró y no pudo evitar morder su labio, una pijama azul que llegaba a sus rodillas, su cabello negro despeinado, descalza y sin maquillaje. Rosé sintió su corazón palpitar.

— Hola~ — su voz apenas audible. — ¿Pasó algo, Rosie?

— Me siento sola, duerme conmigo.

Jisoo por fin abrió sus ojos por completo y sintió como un balde de agua fría golpeaba su rostro con esas palabras. O mejor dicho, agua ¿caliente?

— ¿mhm? — volvió a preguntar. — ¿Y Jimin?

— Salió. — se acercó a Jisoo. — déjame pasar.

Kim se hizo a un lado, apenas podía pensar por sí misma, no sabía si la situación estaba bien o mal pero Rosé ya estaba acosta en su cama. Estaba boca abajo, su top azul un poco subido por moverse mucho. Jisoo la contempló un rato antes de acostarse a su lado.

Intentó tomar distancia del cuerpo de la menor, pero ella evitaba eso, al contrario, Rosé se acercaba más.

— Me evitaste. — susurró sobre su rostro. Los mechones negros de la mayor caían sobre su cara, Rosé con mucho cuidado los acomodó detrás de su oreja. — ¿estas enojada conmigo?

Por cada oración que salía de la boca de cada adulta, una parte del cuerpo iba acercándose más a la otra.

— No lo estoy, solo estoy-

— Estresada. — dijo calmada y tan despacio, pareciera como si la quisiera seducir. — ¿fue por el beso?

— ¿que beso? — en sus labios se formó una sonrisa, la rubia golpeó suavemente su abdomen. — No lo es, bueno, en parte.

— ¿por que?

— Jimin, tu novio.

— Ah.

— Ah. — repitió su acción. — lo engañaste.

— ¿te estresa eso? Jisoo.. no te preocupes por eso. — tomó su mano y lo colocó sobre su abdomen descubierto. Sin saber si estaba bien o mal, comenzó a acariciarlo de arriba para abajo.

Rosé se acomodó un poco más cerca de su amiga sintiendo su respiración sobre ella. Cerró sus ojos esperando la presión de sus labios. Con su mano libre, la menor acarició el rostro de Jisoo.

— Dime que no estás enojada conmigo.

Jisoo continuó acariciando su abdomen, ignorando sus palabras, pero se detuvo al sentir las manos de la rubia sobre rostro. Miró sus ojos, parecían como si quisieran llorar. Algo dentro de Jisoo se destruyó.

— Bésame otra vez. — suplicó. — bésame, hazme sentir como si me quieres.

— ¿te quiero?

— Solo bésame, Jisoo.

Habían pasado días desde su último y primer beso, lo cual el deseo sólo aguantaba.

Jisoo lo pensó dos veces, estaba mal porque se supone que Rosé se va a comprometer en estos días, pero se sentía jodidamente bien besarla, era como tocar el mismo cielo. Continuó pensándolo pero un peso sobre ella la sacó de sus pensamientos.

𝘗𝘙𝘖𝘔𝘌𝘚𝘈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora