🌊𝄢𝄂 Nunca olvidé esta pareja, en mis 4 casi 5 años en este fandom más invisible que el polvo y muerto que Anastasia. EN FIN, es un libro con una temática un tanto cliché pero que gracias a la nostalgia no me aguanté y aquí andamos :D.
ৎ Son ciuda...
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── Si llegas a 40 de fiebre voy a tener que llevarte al hospital.. ──Amenazó un poco o tal vez solo se dijo a sí mismo mientras le daba agua a Concepción.
── No te preocupes, mejoraré sólo. ──Se quería levantar del sillón e intentar irse para no molestar al capitalino, pero este con la mano en su pecho le empujaba de nuevo para que se acueste.
── Ya te dije que te me quedai' aquí, quieras o no. Ni cagando dejo que salgas afuera en este estado. ──Con su mano le volvió a tomar la temperatura en lafrente y estaba hirviendo.
── Ush.. ¿Sabes qué? Debes sacarte ropa.
El penquista abrió los ojos un poco, o sea, no era tan raro pero aún así se sintió nervioso de pensar en sacarse ropa en frente de él. Pero bueno, ese tipo de nervios le pasa a cualquiera. ── Pero eso da frío..
── Pues te tiene que dar frío. ──Se acercó para intentar sacarle algo de ropa que tenía encima, primero la frazada de anoche y luego una polera que tenía encima, pero Concepción se estaba resistiendo por la vergüenza y era difícil. ── ¡Ya Conce, tienes que sacartelo!
── ¡Noo, no quiero, me va a dar frío! ──Apenas le quitaron la sábana empezó a tener algo de escalofríos.
Estuvieron unos minutos allí, Santiago estuvo tratando de quitarle la polera mientras que Conce no cooperaba. Hasta que el capitalino ya se estaba hartando y se sentó encima de el a tironear. ── ¡Sacatelooo! ¡Sino nunca se te pasará la fiebre!
Estaban peleando todavía hasta que finalmente el capitalino ganó, dejando al penquista sin nada en la parte de arriba y muriéndose de frío. ── ¡III, QUE FRÍO!
── ay, al fin te la pude sacar.. ──Quedó suspirando un momento por la fuerza que hizo, y se separó de él. ── Voy a buscar las pastillas, espérame aquí ¿Ya? No te escapes.
Concepción lo miró con una cara de enojo y sufrimiento por los escalofríos que tenia, solo se abrazó a sí mismo descansando en el sillón. Se sentía de alguna manera culpable de que Santiago haya tenido que faltar a la junta porque se enfermó.
Al cabo de un tiempo Santi volvió con los medicamentos. ── Ok.. aquí hay paracetamol y más cosas, ya le avisé a los demás la razón de nuestra ausencia asi que no te preocupes por eso ¿Sí?
El penquista dió un quejido, todavía molesto por lo de antes y le daba la espalda al santiaguino como demostrando su descontento.
── Ayy ya Conce, no te enojes, tenía que sacarte la polera.
Se acercó a verlo, notó unas cuantas cicatrices en su cuerpo que algunas probablemente se las hizo él, y no pudo evitar sentirse triste. ── Oye.. ¿Te sientes bien? O sea, de forma emocional, ya sabes..
