🌊𝄢𝄂 Nunca olvidé esta pareja, en mis 4 casi 5 años en este fandom más invisible que el polvo y muerto que Anastasia. EN FIN, es un libro con una temática un tanto cliché pero que gracias a la nostalgia no me aguanté y aquí andamos :D.
ৎ Son ciuda...
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── ¡Santi! ¿No quieres ir con nosotros a una cafetería? ──Ofreció Las Condes con una sonrisa oreja a oreja, atrás suyo estaba Lo Barnechea y Vitacura hablando.
── Hoy día no puedo, perdón. Iré con Conce.
── ¿Hm, con Conce? ¿Otra vez?
Santiago arqueó una ceja. ── ¿Cómo que 'otra vez'? No lo he visto hace tiempo.
── Santi..lo viste hace tres días. ──Dijo con una expresión un tanto dudosa y sospechosa.
── Pues es suficiente para extrañarlo. ──Contestó un tanto molesto por esa mirada que le dieron.
── Bien, okey. Pero entonces nos debes una, Vitacura ya te anda extrañando. ──Seguido de eso se despidió con otra sonrisa, volviendo al grupito de atrás.
Santiago quedó pensando un rato en lo que le dijieron, según él sus comunas eran lo bastante independientes para no extrañarlo, pero parecía equivocarse. Y por primera vez equivocarse le aliviaba.
Ya más consciente de su alrededor decidió irse. Había acordado pasar tiempo con el penquista en una zona de juegos. En su vida fue de andar metiéndose en cosas así, aunque Conce al parecer disfrutaba mucho ir a lugares así. Al llegar a aquél lugar y encontrarlo, se dieron un abrazo fuerte como saludo. ── ¡Conce, holaa! ¿Cómo estás? ──Dijo con alegría el capitalino, Conce le contestó también con una sonrisa.
── Muy bien ¿Y tú? Pensé que me retarias por haber llegado unos minutos tarde.
Santiago dió una risa. Al pasar tiempo con él dejó a un lado esa costumbre de puntualidad extrema, solo disfrutaba el momento. ── No, no, a ti no te reto más por eso. En fin, ando bien ¿Quieres subirte a algún juego o primero comemos?
── Bueno si comemos primero probablemente vayamos a vomitar..
Quedaron pensando un rato, pero el penquista comenzó a reírse con emoción. ── Y pensándolo bien es aún más divertido ¡Vamos a comer primero!
── Qué- ¿Estás seguro? No quiero oírte vomitar más tarde..
── ¡Te juro que es divertido! ──Casi obligó al santiaguino a ir a algún puesto de comida, y increíblemente lo logró. Santiago solo quiso un helado mientras que el penquista ya se comió una salchipapa.
A los minutos más tarde, el primer juego que eligieron fue la montaña rusa. Santiago no sabía por qué tuvo que elegir esto primero, no es que tuviera miedo a los juegos pero no podía evitar la sensación de adrenalina. ── Conce..me quiero bajar.
── Santi, ya estamos arriba.. ──Contestó con cierta preocupación. Ni siquiera logró decir algo más porque ya habían bajado en picada. ── ¡CONCHETUMAREEEEEEEEE!
