𝟎𝟏𝟔 | 𝐁𝐫𝐨𝐤𝐞𝐧 𝐜𝐥𝐨𝐜𝐤

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''𝐓𝐢𝐦𝐞 𝐜𝐮𝐭–𝐨𝐟𝐟''

Estrellando su cuerpo contra el asfalto, sus huesos crujen, sus brazos arden, su espalda de donde brotan sus alas esta herida, sus hombros están rasgados, dejando ver la carne viva, la sangre dorada chorrea hasta gotear en el suelo

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Estrellando su cuerpo contra el asfalto, sus huesos crujen, sus brazos arden, su espalda de donde brotan sus alas esta herida, sus hombros están rasgados, dejando ver la carne viva, la sangre dorada chorrea hasta gotear en el suelo. Soltando quejidos bajos, arrastra su cuerpo para poder recargarse en su brazo, recostándose en el suelo levemente, reacomoda su visión al frente, donde una silueta que arrastra una espada camina lentamente a su dirección.

El filo del arma, cortando el suelo muerto del lugar, alza la mirada, ojos dorados brillando con fuerza. Lucha por ponerse de pie, cayendo una última vez al suelo, solo para observar a escasos centímetros la espada que lo apunta. La espada se retira para colocarse en su cuello, apretando contra este. Una mano lo toma del rostro, apretujando sus mejillas para que él mirase a la persona que se muestra a contraluz de la luz lunar.

—Lindos sueños, amigo.

Cierra los ojos, esperando el golpe final al sentir la espada comenzar a cortar su piel. Había aceptado que su cabeza rodaría lejos, o quizás su corazón sería atravesado. No hay nada que pueda hacer más que esperar.

Paciente, espera el golpe final, el cual jamás llego. Abriendo los ojos lentamente, la luz del sol lo encandila. Hace un reniego al girar su cuerpo en dirección contraria a la ventana que deja pasar los rayos solares directo contra su rostro. Removiendo entre las sabanas, puede sentir el frío del ambiente entrar por la ventana. La chimenea frente a su cama esta apagada por falta de combustible, la madera se había vuelto completamente cenizas. Quedando solamente el aroma a madera quemada en el ambiente.

Arruga la nariz al sorber los mocos que se declinan por esta al momento del frío en el ambiente. Agoniza al no querer levantarse, pero si no moriría ahogado con aquello que escurre por su nariz. Agonizante de respirar por la boca, con su mano trae un pañuelo que coloca en su nariz, limpiándola y permitiendo a su respiración volver a la normalidad. Desanimado, escucha el viento, obligándolo a levantarse con suaves empujones a las sabanas. Removiendo su cabello rubio para despertar al rey.

—Es muy temprano. No quién hacer responsabilidades. —cubre su rostro con la almohada, quedando boca abajo—Eco~ hazlas por mí. —Pide.

Acarician su cabello con cuidado. Permite aquel toque, ronronea suavemente al sentir los dedos de la persona cepillar su cabello con cada toque, acariciando su cabeza. Como si estuviera recostado en el regazo de alguien, se posiciona de tal forma. Sonríe al escuchar un gentil tarareo por la habitacion, rezongando en su mente. Gira su cuerpo, abriendo levemente los ojos para encontrar la luz fulminante del sol, derretir sus iris.

—¡Ah! —cierra los ojos de golpe, haciendo su cuerpo hacia atrás hasta caer de la cama. Sus piernas sobre el colchón lo dejan con un color intenso de espalda. Gime de agonía al ver que su presencia es la única en la habitacion. Adormilado, recuerda su llamado a la sacro-grito, la cual desconoce su paradero, estando solo consciente de su estadía en el cielo, la paz eterna que tanto extraña, y a la vez aborrece más que a los mismos pecadores que habitan sus tierras—Vaya mañana. —Gira su cuerpo para caer de lado y así ponerse de pie luego de estar tirado en el suelo otros largos minutos mirando el techo.

𝐖𝐈𝐍𝐆𝐋𝐄𝐒𝐒 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 | Lucifer MorningstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora