𝟎𝟎𝟑 | 𝐓𝐡𝐞 𝐩𝐚𝐢𝐧𝐭𝐢𝐧𝐠

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''𝐓𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐝-𝐡𝐚𝐢𝐫𝐞𝐝 𝐥𝐚𝐝𝐲''

Fijando su mirada sobre los ojos dorados de la pintura, Lucifer suelta un suspiro al recordar los años pasados

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Fijando su mirada sobre los ojos dorados de la pintura, Lucifer suelta un suspiro al recordar los años pasados. Viéndola ahora, nota varias partes sin finalizar, entre ellas, los tatuajes en tu cuerpo. Aquellas marcas doradas que tienes plasmadas en la piel fueron olvidadas, quería centrar su atención en la calma del momento. Por lo que la mayoría de sus trazos detallando son en dirección al cuerpo en general, olvidando como siempre las alas de un color plano.

Prestando atención a los trazos, su mirada se suaviza. Se muestra vulnerable, algo que no ha permitido desde hace demasiado tiempo. Su deseo de tus las manos de la persona en la pintura tomen su rostro, sus manos, que lo acaricie. Aquella persona; Su dama. El sonido chirriante de la puerta alarma a Lucifer. Toma la cortina negra que cubre la pintura junto a miles de libros en el suelo, la jala al voltear detrás con una sonrisa nerviosa, y se detiene al ver quién es. Deja a medias la cortina para caminar a la nueva presencia en la habitacion.

—Me asustaste manzanita. —Da un beso duradero en la mejilla de su hija al agacharse a su altura y tomarla en brazos, la menor ríe a eso, sonríe y curiosa, asoma su cabeza por el hombro de su padre, señalando en dirección al cuadro cubierto a medias.

—¿Quién...? —cuestiona la pequeña. Lucifer sigue su señalamiento, como esperaba, se encuentra con parte del cuadro. Lucifer arruga un poco el ceño, no queriendo tener problemas si es que su hija menciona la pintura—Papi, quién...? —vuelve a preguntar la pequeña, señalando de forma insistente la pintura que ignora, su padre intento ocultar de sus ojos.

—¿Hm, oh, quieres saber quién es la mujer en la pintura? —con un asentimiento avergonzado de su hija, se pone de pie, cierra la puerta y camina a la pintura. Retira en su totalidad la cortina. El cuadro se ilumina con la luz que entra de las ventanas—Ella, es la dama Eco. Una vieja amiga. —Recordando, se enfoca en los ojos de la mujer, su cabello pelirrojo, resaltando más que todo—Ella es la persona a la que más extraño. La extraño, con todo mi corazón. —una sonrisa se escapa de sus labios. La pequeña se enfoca en el cuadro, las palabras de su padre lo intrigan.

En la habitación del matrimonio hay otro en el techo, recordando este, recuerda que sus padres salen el el junto a más personas, entre ellas una mujer de cabello pelirrojo. Sospecha que se trata de la misma mujer.

—Papi, ¿amas a Eco? —Para ser una niña pequeña, el infarto que le sacó a su padre con aquella pregunta fue cómico.

—¡¿Qué?! —Sorprendido, cierra la boca al momento de escuchar su propio grito, hace eco por todo el lugar. Notando que no hay respuesta de parte de nadie, suspira—Manzanita, claro que no, ella era mi mejor amiga, no puedo amarla de forma romántica. Además, yo solo amo a tu madre. Jamás la cambiaria por nadie. —Expresa dando un suave toque en la nariz de la menor con su dedo. Sonríe, pero sus ojos titubeantes, al ver la pintura, ellos dicen otra cosa.

𝐖𝐈𝐍𝐆𝐋𝐄𝐒𝐒 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 | Lucifer MorningstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora