𝟎𝟏𝟎 | 𝐈 𝐜𝐚𝐧𝐧𝐨𝐭 𝐬𝐚𝐲

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''𝐓𝐞𝐥𝐥 𝐡𝐞𝐫''

Asomando la cabeza por entre los arbustos, encuentras la imagen del primer hombre, pasando tiempo con su nueva compañía, la primera mujer; Lilith

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Asomando la cabeza por entre los arbustos, encuentras la imagen del primer hombre, pasando tiempo con su nueva compañía, la primera mujer; Lilith. Una mujer hermosa, debes admitirlo. Sin ninguna intersección o marca en tu cuerpo, cabello rubio, largo que toca el suelo, ojos violetas, son muy bonitos, y su rostro fino la hace aún más hermosa. Al ver como ella igualmente es rubia, miras tu propio cabello, pelirrojo rojizo, algo que te destaca de entre los demás. Lo aprietas entre tus dedos y vuelves a mirar al frente, encontrando a ambos riendo cuando un mapache se roba los frutos que Adán había encontrado.

Ríes de forma suave, fue divertido ver como el primer hombre correteo al mapache por algunos segundos, mientras que Lilith reía a carcajadas. Sonríes, es lindo ver que Adán finalmente tiene compañía, y una que al parecer aprecia todo tanto como él. Se nota que se aman, los ojos no mienten. Cuando los ves alejarse, retrocedes, no queriendo perturbar la paz de ambos humanos.

—¿Espiando? —retrocedes cuando, al voltear, encuentras el rostro de Luzbel. Al hacerte para atrás por el susto, te estrellas con un árbol de ahí, soltando un quejido. El angel ríe un poco y se acerca—¿Estás bien? —Interroga al momento de observar como varios quejidos salen de tu boca.

—No lo creo. —Te quejas sobando tu cabeza—Pero eso no importa, ¿Qué estás haciendo aquí? —Enojada de verlo ahí, sacudes tu cabello, al cual le cayeron algunas hojas por el golpe al tronco, y retas con la mirada al arcángel. Luzbel rueda los ojos cuando en vez de decir ''Hola'' o ''Bien, ¿y tú?'', recibe un regaño como respuesta—Sabes las consecuencias, la última vez te lo advertí. Sabes que debo decirle a padre sobre tus desobediencias.

—¡No!, no puedes decirle a padre, me ahorcará si se entera. —ruega por piedad, esperando que comprendas su estado.

—Entonces, ¿qué estás haciendo aquí, y no en el cielo haciendo tus deberes? —Interrogas.

—Primero, ya termine mis deberes —deja en claro al alzar su dedo, índice y señalar aquello recién dicho—, y segundo, estaba aburrido, así que fui a buscarte, y cuando no te encontré, le pregunte a Rafael, el cual me dijo que estabas aquí, en el Edén, así que baje para hacerte compañía. —De todo aquello, solo crees la parte de Rafael siendo un chismoso con su hermano menor. Es demasiado blando con el revoltoso de Luzbel.

—Y debo suponer que no le pediste permiso, ni a padre, ni a Miguel. —Das como hecho al momento de ver su nerviosismo con la mención de ambos superiores. Te cruzas de brazos y juegas con los dedos al no verlo dar una respuesta—Luzbel. —Amenazas.

—Digamos que... ¿no? —gruñes por lo bajo. No puede estar hablando en serio—Se que fue imprudente, pero quería verte, ya sabes, pasar tiempo contigo. —Al escuchar lo último, relajas un poco tu mirada, permitiendo que el duro color oro se relaje y vuelve un oro líquido. Pero eso no quita que estés molesta con el angel—Y tenía curiosidad de ver a la nueva creación de padre, ya sabes, la compañera de Adán. —Ríe nervioso, es curioso, y lo sabes, pero aquel comportamiento solo le traerá problemas.

𝐖𝐈𝐍𝐆𝐋𝐄𝐒𝐒 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 | Lucifer MorningstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora