𝟎𝟐𝟏 | 𝐓𝐞𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐲

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''𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐜𝐭''

Era media noche, pero no puede conciliar el sueño, sus ojos no se han cerrado en ningún momento desde hace ya dos días

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Era media noche, pero no puede conciliar el sueño, sus ojos no se han cerrado en ningún momento desde hace ya dos días. Sí, la batalla termino, pero no quita que aquella gentil sonrisa se borre de su mente. La atormenta, golpea y acuchilla sus recuerdos de ese momento, los ojos dorados de aquello que ama tornarse violetas y perder su brillo en el momento que la bomba exploto. Fue un intenso rugir de sentimientos al cual no pudo hacer nada para evitar. Sus manos tiemblan y se aferran con fuerza a las sabanas debajo de su cuerpo. No ha distendido la cama, no siente la necesidad de destruir algo que no va a utilizar. No va a dormir y lo sabe perfectamente, van dos noches en vela y su mirada no puede evitar estar cansada con lo que sucede. Dos noches donde sabe que jamás va a volver a ver a aquella mujer que le robo el corazón.

Su interior grita de dolor, se quema con un agonizante fuego lento que permite sentir aquel ardor extenderse por todo su cuerpo. Sus manos aferradas a las sabanas no sirven de nada en aquella situación. Está débil, cansado y derrotado por el pensamiento donde podrá ver aquellos ojos dorados suavizarse con su presencia. Sería un sueño hecho realidad. Uno de sus tantos sueños.

Solo uno más...

El toque en la puerta principal lo saca de sus pensamientos. Sospecha podría ser su hija, o incluso Stolas... cierto, aquel Goetia lo ayudaría con las bajas de ese año, y los altos ante la lucha. Ahora que no esta atado con números que lo detengan de luchar para poder cumplir el sueño de Charlotte. Desanimado, y pensativo de porque el búho no solamente entro a su hogar como le había dado el permiso de hacerlo, se pone de pie de mala gana. Cansado, va en dirección a los pasillos, pasando aquel inmenso rojo en ellos para bajar las escaleras y poder abrir las grandes puertas de su hogar.

—Sí, sí ya voy. —dijo al aire al encontrarse a centímetros de las puertas. Adormilado, abre estas y mira a su visita, su sonrisa se borra al encontrarse con las personas del otro lado.

—Lucifer. —aquella presencia—Debemos hablar.

Fue cuando sirvió té a uno de sus invitados que la conversación pudo comenzar con calma. Miro a ambos ángeles curioso, uno con el rostro lleno de vendajes, mientras que el otro igual de majestuosos que siempre. Su hermano mayor, mhm, que sorpresa ver que aquel que le declaro odio eterno se encuentra ahora sentado tomando el té como si no hubieran pasado diez mil años sin dignarse a hablar al otro.

—Debes preguntarte el porqué de nuestra visita repentina a ti hogar. —comienza a hablar Miguel, dando un sorbo a la taza entre sus manos.

—Así es. —endurece su mirada—Entonces hablen, no tengo todo el día. —ambos saben que es mentira, pero en esos momentos, tiene más cosas en la cabeza que solo confeccionar patos de hule y tirarse a llorar en la bañera—¿Qué se supone hace mi hermano en estos rumbos infernales? Un arcángel no debería dignarse a poner un pie en este lugar del demonio. —da un sorbo a su té—Mucho menos venir a conversar con el diablo en persona.

𝐖𝐈𝐍𝐆𝐋𝐄𝐒𝐒 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 | Lucifer MorningstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora