∘ 𝘏𝘈𝘡𝘉𝘐𝘕 𝘏𝘖𝘛𝘌𝘓 一 𝐖𝐢𝐧𝐠𝐥𝐞𝐬𝐬 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥
''Lo queríamos los dos, pero ninguno preguntó. Por lo que supusimos que la respuesta era "no". Y así fue como otro "si", en silencio se quedó.''
- Farid Dieck
𝐋 𝐔 𝐂 𝐈 𝐅 𝐄 𝐑 𝐌 �...
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Puede que te lleves bien con el primer hombre porque ambos conocen lo que es la soledad. Estar consciente en que eres el único más haya de un todo que te cuida debe ser difícil... y algo solitario. Estar solo siempre va a ser difícil para aquellos que no tienen la suficiente mentalidad para aceptar que han sido abandonados, y no hay nada que se pueda hacer... entonces, ¿por qué te duele el abandono?
Siempre has estado sola, desde el inicio, eres más antigua que el tiempo conocido, tu única compañía era el silencio hasta qué padre te creó como su primera hija, su primera compañía en aquel vasto vacío que de +poco fue formando con mundos, estrellas, nebulosas, cometas y demás.
Fuiste testigo de todo aquello, su primera creación, su eco.
Justo por eso, no eres un ángel común. Pero, cuando piensas en un ángel, la imagen de un hombre o mujer de cabello rubio brillante llega a la mente. Piel de porcelana, alas blancas o de un café suave, más pequeñas que su cuerpo, ojos azules como el cielo de primavera o dorados, rubor en las mejillas, una ropa blanca y larga, pareciendo túnicas que nunca se manchan, y al final, una aureola sobre la cabeza, dejando en claro su lugar en el cielo. Más aquella hermosa apariencia esconde a alguien que en las páginas de la biblia es la protagonista de su propio capítulo; La dama roja. Aunque nadie la llama como tal. Solo aquellos que residen en las llamas eternas aún pronuncian ese nombre.
Cabello pelirrojo, anaranjado, y con la luz del sol, los mechones de cabello se tornan un brillante rojo que quema los ojos. Piel blanca, algo pálida y ruborizada. En tu cuerpo, tatuajes dorados decoran tus hombros, espalda, cuello, muslos y dos líneas bajo los ojos. Marcas doradas que son una forma de trofeo por ser la primera. Y con tu rostro pálido, ojos de un hermoso color oro que brilla con el sol y la luna.
Pero aun así, eres diferente que todos los demás ángeles. Al ser tú un alto mando en la jerarquía de los ángeles, tu espalda solo contiene un par de alas, unas alas hermosas, llenas de vida, opacando por mucho el carácter neutro que tienes.
Todas aquellas cosas te vuelven un ángel que resalta, alguien a quien respetar y reconocer, cada que cruza por el lado. Más no es lo único, única, puede que seas el único demonio en el cielo, un ángel...
Que oculta una maldición en la sangre.
Pero no siempre fue así, como el ángel caído más conocido de todos; Lucifer, ambos tuvieron su historia y razones para terminar dónde están ahora, atrapados en una burbuja de sentimientos arcaicos. Habiendo sido uno exiliado del cielo, el otro reside ahí, recordando cada día, todo lo que lo llevó a aquel punto. No pueden hablar como solían hacer. Durante los días de antaño, antes de que todo se fuera a la mierda, solían ser mejores amigos... solo que, ninguno sabía que deseaban más.
