Cuando, por fin, me retiré a descansar y penetré en la estancia que había sido preparada para mí primer encuentro con Draco después de los Esponales, me quedé contemplando el inmenso lecho vacío, sembrado de pétalos de Flores que ya se había marchitado. Agotada por las emociones me acurruqué en un rincón, pobre niña sola y perdida, me dije rodeando mis rodillas con los brazos.
—¿Dónde estás, Merit? ¡Te amo tanto...! ¿Ya no recuerdas a tu dulce esposa? Amado... vuelve a mí, te necesito. Más que nunca. Necesito tu amor y tu sustento en estos momentos de sabor amargo. Regresa, mis brazos te esperan... Ven... mi cuerpo te desea... ¡Son tan dulces tus caricias y tan deseable el juego! Ven pronto y ayuda a olvidar esta horrible pesadilla.
No sabía en qué lugar se encontraba el amor de mí Corazón, pero cerré los ojos en un intento de proyectar mí Esencia hacía la suya. Pero el cansancio pudo más que mí deseo y yo fui capaz de concentrarme para abandonar la materia.
En mí mente, la imagen constante de Theodore sosteniendo en brazos a mí hermana mientras se alejaba de la Antesala con sus pasos gigantes, me impedía cualquier otra expresión.
¡Cómo hubiera querido ser yo misma, en los brazos de mí muy amado Draco y envuelta en su manto, quien fuera conducida así hasta nuestros aposentos!
¡Cuánto añoraba a mí esposo y cuánto le necesitaba ahora! Mí cabeza no paraba de pensar en él, pero tampoco podía apartar de mí la imagen de mis otros Hermanos. ¿Podían ser ellos, realmente, el Reverso? No, ¡Oh no!, era demasiado horrible.
Pero si era así, si Draco y yo éramos el Uno, como los grandes sabios habían decretado, si la Profecía era cierta, estábamos destinados a matarnos entre nosotros. No podía concebirlo: yo jamás podría desear ningún mal para ellos... Entonces, Astroria debía ser la doncellas que aplastaría la cabeza del Dragón.
No; la Profecía, evidentemente, se equivocaba. No imaginaba a Astroria como una doncella: nada más lejos de aquella imagen. O tal vez era los sabios quien se equivocaban y la identidad del Uno estába aún por conocerse, o por venir.
El cansancio y las emociones, por fin, me rindieron. Cuando desperté, la luz de los solos me hería los ojos. Estában ya altos en el horizonte, debía darme prisa. El Consejo llevaba tiempo reunido, ¿habrían decidido ya?
Rápidamente desordené las ropas del lecho y busqué unas ropas adecuadas con las que vestirme. Mis doncellas arreglaron mí peinado con flores y pequeñas campanillas. Ante el espejo vi mí propia imagen reflejada... parecía como si por mí hubiera pasado varios años; un cerco azul bajo mis ojos delataba la noche en cuclillas, en aquel rincón de la estancia.
Encontré a la Familia reunida en la antesala del Salón del Consejo. A la Familia... con excepción de Theodore y Astroria. Nadie parecía haberles visto desde la poco agradable escena del día anterior. Nadie hacía preguntas; no se hablaba de ellos, pero estaban presentes en la mente de todos.
Las horas pasaban y el Consejo y los sabios seguían deliberando. Al atardecer, las enormes puertas se abrieron y el trimm sonó anunciando a Ylah. Los dos ausentes fueron llamados a comparecer y se convocó a todos los miembros de la Familia ante el Pleno, esta vez con la extraordinaria ausencia de Padre.
Los soles se ocultaban cuando Theodore y Astroria regresaron. Theodore iba adelante, con el paso marcial y Astoria le seguía muy de cerca con la cabeza muy erguida, la mirada desafiante.
Por fin, Albus habló.
—Portavoz del Consejo vuestro maestro Albus ha sido nombrado para informar a los miembros de la Casa Ra del resultado de las deliberaciones.
Hizo una larga pausa, tal como el acostumbraba a hacer cuando éramos niños y quería que estuvieramos muy atentos a sus enseñanzas. Luego, tomo aliento y prosiguió:
— Dos Designios de Obligado Cumplimiento el Consejo ha pronunciado. El primero, a los dos hermanos Theodore y Astroria incumbe: Como hermanos gemelos que son, desposarse no podrían ni siquiera con autorización expresa del Consejo... Pero vistas las especiales circunstancias que ocurren, la situación anormal que atravesando estamos y su calidad de nobles Miembros del Linaje de Ra, el Consejo reunido en Pleno su consentimiento otorga, limitando a tres inexcusables condiciones:
Primera: Ambos mutua fidelidad jurarse deberán.
Segunda: El beneficio del concubinato vedado a ambos les ha sido.
Y Terrcera: votos integrales deberán hacer, bajo el juramento ante Aquel que Todo lo Puede, de que descendencia alguna no generarán de esta unión que ahora se aprueba.Si ambos estás tres condiciones aceptáis, los Esponales se celebrarán al elevarse los Soles, dentro de tres días. Pero el Segundo Designio del Consejo aceptado deberá ser también. Ahora, pronunciaros los dos debéis.
—Acepto las tres condiciones
—Yo las acepto también.
—El Segundo Designio del Consejo, que de obligado cumpliendo es también para que los Esponales de Astoria y Theodore de inmediato pudieran celebrarse, de ellos dos ya no depende... Ahora Albus debe anunciar a la Princesa Hermione una orden del Consejo...
Su voz sonaba grave y extrañamente preocupada y el poco usual tratamiento de "Princesa Hermione", especialmente en boca de mí Maestro, hizo que me estremeciera. Pero Albus interrumpió mis pensamientos con un anuncio que yo no esperaba.
—... y a su esposa, el noble Draco-Ra.
Hizo una nueva pausa está vez mucho más larga. O, al menos, así me lo pareció a mí
—Como consecuencia de la irregular unión de sus hermanos, la descendencia del LinajeRa clmpormetida ha quedado. En una situación de guerra como la que estámos atravesando, peligroso, muy peligroso es, que un descendiente y Heredero el Linaje Ra ahora no tenga. Circunstancia es está que aprovechada sin duda sería por nuestros enemigos. Aquello que asegurar consiguió la Alianza de Tauri con el nacimiento de los cuatro hermanos, reducido a una sola posiblidad ha quedado. Por lo tanto, el Consejo por unanimidad decidído ha que inmediatamente a engendrar se proceda un descendiente de la Casa Ra que nacer deberá de la única unión que, en estas circunstancias, posible es: la de los esposos Hermione y Draco-Ra.
El corazón me dió un vuelco y mí pecho se llenó de alas. Sin pensarlo ni un solo segundo, exclamé:
—Acepto, como real heredera de la Casa Ra, en nombre mío y en el de mí esposo.
STUPIDDRAMIONE
05/05/24
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❛️️️️❛ HERMIONE: LA PODEROSA❞ - (Dramione)
FantasyHERMIONE: LA PODEROSA Una vieja profecía ancestral señala de forma acusadora a una Doncella que ha de aplastar la cabeza de los Rebeldes. Un guerrero debe protegerla. En medio de todo esto la dulce escencia de Hermione se nos manifiesta a través de...