CAPÍTULO 27.

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27. Día Feliz.







Los días se ma hacían interminable.

Me gustaban las tareas de gobierno, pero no acababa de sentirme a gusto en mí papel. Hubiera preferido poder seguir manteniendome en un Segundo lugar.

Theo manifestaba una extraña actitud conmigo.  Por un lado, parecía buscarme: se hacía el encontradizo conmigo y me besaba en las mejillas afectuosamente, siempre a espaldas de Astoria. Por otro lado,  había un gesto avieso en su conducta que yo atribuí al descontento que sentía por haber sido rechazada su petición de trasladarse a Tâ.

Una vez, incluso, llegó a recordarme reiteradamente el amor que sentía por mí. Yo le rechacé de Nuevo, con dulzura; pero aquello no hizo más que acrecentar su deseo y agriar aún más su talante. Llegó un momento en que el acoso al que me estaba sometido, prácticamente ante los mismo ojos de mí Hermana, se me hizo insoportable.

Por eso, opté por darle una misión que le mantuviera por un tiempo apartado de Tristya: le envié a acompañar al abuelo hasta su residencia de Iunu, para protegerle durante el viaje y organizar su estancia de forma que ningún peligro pudiera acecharle en el futuro. Abraxas podría convertírse en un buen rehén para nuestros enemigos y era indispensable garantizar su seguridad absoluta, además de respetar su decisión de mantenerse  apartado del trabajo y la política.

Así, Theo y Astroria viajaron con el Abuelo.

Por fin, llegaron noticias de que la nave de Padre había llegado a Tâ y de que estaba a salvo, a pesar de las innumerables dificultades y de los ataques repetidos que el crucero había sufrido durante el viaje.

Yo no había dejado ni un solo día de comunicarme con mí esposo y por el había conocido los grandes esfuerzos que se habían hecho para garantizar la seguridad en aquel pequeño Planeta, que no disponía de las suficientes medidas de defensa. A toda prisa, se habían construido escudos defensores a su alrededor; pero si se producía un ataque en toda la regla, estos podían ser insuficientes.

Sin embargo, era muchísimo más factible y más fácil para nuestros enemigos atacar a una o varías naves de transporte, a pesar de los comandos armados que las protegían. Por lo Tanto, todo hacía suponer que intentarían que el oro no llegas a Tristya, en ves de proceder a un ataque directo sobre el planeta.

Al parecer, mis seres amados no corrían —por el momento— peligro alguno. No obstante, se había dispuesto que el primer ejército permaneciera en Tâ al cuidado de la Colonia cuando Draco regresara a Tristya con el Segundo, tan pronto como Padre se restableciese del viaje y de los percances sufridos durante el mismo.

¡Estaba tan contenta!

Las tareas de gobierno y las largas conversaciones con Albus ocupaban gran parte de mí tiempo. El resto lo empleaba en prepararme para acoger dignamente a mí esposo, a su regreso.

Cassie estaba preciosa y mandé confeccionar para ella los más lindos trajes. Esperaba que su padre se maravillara de aquella niña que no paraba de hablar ni un solo instante y que ya correteaba a su antojo por todas las estancias de la Casa, invariablemente vigilada por el bueno de Tuti, que, por otra parte, se había revelado incapaz de controlarla.

Me veía a mí misma reflejada en ella cuando me interrumpía graciosamente en Pleno Consejo o mientras atendía a un mandatario extranjero. Pero a todos les divertía su media lengua y su encantadora sonrisa. Yo era incapaz de enfadarme, ni siquiera de amonestarla; por el contrario, me sentía llena de un sentimiento hermoso, mezcla de satisfacción y complacencia, cuando la contemplaba sin que ella se diera cuenta: me hacía comprender lo que Padre había debido sentir por mí.  No deseaba otra cosa más que comprar aquella dicha con mí esposo: nuestra hija se había convertido en el ser más bello del Universo.

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⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

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❛️️️️❛ HERMIONE: LA PODEROSA❞ - (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora