CAPÍTULO 26.

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26. Lección de gobierno.

Antes de marchar, Padre había ceñido sobre mí cabeza la gran diadema con el disco de oro que había pertenecido a mí madre. Me sentía orgullosa de poder lucirla pero, tras la partida de Padre, me encontraba tremenda y mortalmente sola.

Había aprovechado todos los momentos de que disponíamos para estar a su lado, prestado atención especial a cuanto él hacía: como su sentencia era siempre la más justa, su opinión la más acertada.

Le observé escuchando a embajadores y emisarios; estuve atenta al más mínimo de sus ademanes mientras presidía el Consejo, reparé en como administraba el Ma'at sin perder su sonrisa ni su calidad expresión de Padre de nuestro Pueblo.

Al gran amor que le profesaba había sumado una terrible y extraordinaria admiración. ¿Sería yo capaz, algún día, de parecerme a él?

Me confié a mí queridísimo Albus y escuché con más atención que nunca las sabías palabras que salían de sus labios. Solamente él, Tuti y mí dulce niñita, llenaban en parte el vacío que había en mí Corazón.


¡Oh, Draco, mí amadísimo esposo! Cuánto le echaba de menos...

—Explícame, amado Maestro,cómo hacer para gobernar con sabiduría.

—Empezar por ti misma debes tú, mí querida niña.

—Dime más sobre eso, Albus querido.

—Aprender debes tú que inútilmente no gira el mundo. Educación para tu Esencia la vida misma es.

—Asi me lo has enseñado, Maestro. Pero dime: ? qué es esa Misión que me espera y de la cual hablas?

—Escrita en la profecía está.

Pero el cristal-copia que yo había hecho de la Profecía, un tiempo atrás, me había sido reclamado sin que apenas tuviera tiempo de leerla hasta el final.

—¿Podría ver esa Profecía?

—A su debido tiempo todas las cosas han de llegar... Todavía no, Hermione querida, todavía no.


Mí rostro reflejó el fastidio inevitable que aquella frase, repetida hasta la saciedad, me producía.

—Parte de la Profecía has visto tú, antes del tiempo previsto. A mí buen discípulo persuadiste y sin permiso el documento consultaste, pero de esta forma sus enseñanzas asimilar no conseguiste. Esperar debes tú a que cada tiempo llegue.

—¿Por qué el tiempo me limita Siempre?

—Liberarte de él tu deberás.

—¿Y cómo podré librarme?

—Aprendee deberás que no eres tú del Tiempo, solamente. Eterna eres tú, en verdad. Tu bello cuerpo perecedero es, pero la Esencia del Hombre que en tu Habita, morir no puede. Tu Esencia las bella es, aún, que tu cuerpo y tu corazón espera, envuelta en su cascarón de mujer, el momento del despertar. Conocerte debes tú a ti misma, niña mía, por qué hay un Ser divino en tu interior: alguien que viene, se detiene un tiempo y a su Orígen regresa. Ésta es, en verdad, la verdadera Hermione: aquélla que la Llave es y el portal abrirá que a permitir va que lo que ha de suceder, suceda. Entonces las Puertas del tiempo tu traspasarás.

—Maestro, ¿qué debo hacer?

—Momento ahora es de que tu del Gobierno del país aprendas. Un tiemy llegará en que otro gobierno, aún más duro, tus suaves hombros soportarán.

❛️️️️❛ HERMIONE: LA PODEROSA❞ - (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora