Dicen En El Pueblo

CAPITULO 20

Frank

La llegada de Stone me tomo por sorpresa, tenía algunos días sin atender sus llamadas, estaba poniendo mi mundo en orden, priorizando, intentando no perder el suelo ahora que tenía tanto frente a mí, que tenía todo el futuro en mí. Necesitaba hacer las cosas bien, porque no importaba cuan bueno fuera el futuro si caminaba con el pasado pisándome la sombra cada día.

Por eso no lo llame.

-¿Seguiremos mirándonos durante más tiempo? o comenzaras a contarme que sucede aquí- Stone se estiro en la silla mirando la cabaña como si analizara cada baldosa-¿No vive aquí cierto?-

-Georgia vive en el rancho Cox-

-Ese rancho...- dio un largo suspiro- la verdad es que cuando te mande para este lugar esperaba algo así, pero no con alguien de ese rancho, pensé quizá en una chica normal del pueblo, alguien sin tantas complicaciones... alguien que no fuera...-

-¿Qué sabes?-

-¿Qué pasa?- debatió mi pregunta mirándome a los ojos con determinación- No lo tomes como un reclamo, es solo que esta vez estoy realmente preocupado, no vi venir nada de lo que ahora mismo sucede aquí, o lo que creo que sucede-

-Deje de llamar porque no sabía cómo decírtelo- y el suspiro que dio Stone fue de alivio más que de frustración- continuo siguiendo el caso, no quitare los dedos del renglón, pero esta vez tengo, tengo alguien más en quien pensar y eso hace que cada paso sea lento... no quería que pensaras que te falle o que estoy faltando a la memoria de Cosntans-

-Jamás podría pensar algo así, mi hija seguramente está tranquila ahora, al parecer comes como debes de comer, duermes las horas que debes dormir, pareces alguien de la edad que tienes, y aunque ahora mismo estas hecho un lio, cuando saliste a despedirla, te veías feliz... como alguna vez lo fuiste-

-Lo siento mucho- conteste avergonzado sintiendo la nostalgia en cada una de sus palabras

-No tienes por qué sentirlo, no vengo a reclamarte nada- se puso de pie buscando una taza en mi improvisada cocina-es verdad que ver a esa chica me tomo por sorpresa, pero no por las razones que piensas-agito el café que seguramente Georgia preparo una noche antes-en realidad solo vine aquí porque creí que habías hecho una tontería. Antes de que vinieras aquí apenas si comías y nunca dormías, faltaba que alguien te mirara para volverte loco y sin contar las veces que te metías en problemas. Yo de verdad creí que tú irías detrás de esos tipos haciéndome creer que todo estaba bien-

-Te mentiría si no te dijera que eso era un plan- reímos- pero cuando quise entender lo que me sucedía, ya estaba sintiendo cosas por Georgia-

-Supongo que es un rasgo genético- lo vi reír a medias

-¿Tienes algo que compartir con la clase? O porque tengo la sensación de que el que este con Georgia te preocupa aún más que el haberme dado a la fuga-

-No es así, es solo que- se despejo la garganta- hace años su madre se contactó conmigo, yo aún era parte de los agentes de New York, su madre vino a la ciudad y me conto lo que le había sucedido a Georgia- sentí el frio recorriéndome la espalda- no hubo mucho que hacer sabes, la familia Thompson tiene hoteles casi en todo el norte del país, tienen más dinero del que los Cox pudieron contar. Y taparon cada agujero que encontré. Todos, cada uno de ellos-

-¿Qué dices? ¿Por qué demonios su madre te buscaría?-

-Historia corta... yo comencé mi carrera como policía aquí, Azucena Domínguez fue mi primer amor, era hija de inmigrantes, su padre era peón en el rancho Cox, ella y yo tuvimos buenos momentos, pero cuando tuve la oportunidad de salir de la ciudad y tomar un mejor puesto, simplemente la tome. Prometí volver... y ella me espero... hasta que se dio cuenta que no volvería, y que tampoco la llevaría conmigo. Para cuando me di cuenta que era un idiota por dejar atrás a la mujer que más ame en mi vida volví. Pero ella ya estaba casada con Octavio, ya era una Cox, cuando la busque ni si quiera me miro, paso de largo de mi de la mano de ese tipo-