Dicen En El Pueblo

CAPITULO 8

***CAPITULO EDITADO***

Frank

Si hace un par de meses alguien me dijera que iba a estar sentado con una chica vestida de copo de nieve en un parque tomando chocolate en algún lugar de colorado pensaría que es una broma. Más aún si me dijeran que estaría sonriendo como un adolescente con solo mirarla.

Pero aquí estaba, con un vaso de cartón lleno de chocolate y una chica copito en medio de mis piernas. Tenía frio, podía verlo en su nariz, podía sentirlo atravesó de la fina capa de sus medias, pero estaba aquí conmigo, hablando de nada, sonriendo y llenándome de paz.

¿Quién diría que la plática trivial me causaría tanta felicidad?

-Creo que es hora de irnos- me puse de pie llamando a Tuckson quien no había dejado de mirarnos en todo ese rato para que me trajera la cuenta

Cuando extendió el tiquete hacia mi note que solo cobraba mis bebidas, no dije nada solo levante la mirada con el cruzado de brazos frente a mí, Georgia estaba a punto de tomar la cuenta, pero alguien milagrosamente la tomo del brazo para felicitarla por su presentación, alejándola lo suficiente de mi como para darme la libertad de hablar

-Esta cuenta esta mal-

-Lo que consuma Georgia es asunto mío-

-No creo que ella este de acuerdo con eso-

-Tampoco creo que lo esté con que lo pagues tu- deje un billete los suficientemente grande para cubrir dos veces nuestro consumo

-En eso no estoy muy de acuerdo- sonreí escuchando como ella se despedía para volver donde ambos intentábamos no partirnos la cara como un par de pubertos

-¿Listo?- la mire acercarse

-Sí, es la abuelita de una de las niñas-

-Que bien, vamos- puse mi mano sobre su hombro empujándola hacia la salida-ya hace mucho frio- mire sobre mi hombro

-Un poco si- se giró al ver mi gesto- Nos vemos Tucks!- dijo agitando su mano y yo me sentí realmente complacido con ese gesto

Camine con ella hasta llegar a mi camioneta, apenas un par de pasos lejos de Tucks retire mi mano de su hombro, quería darle un mensaje, pero no quería ser un pesado con ella.

Aunque no parecía molestarle. Mientras conducía la charla continuaba, ella y yo teníamos esa habilidad para hablar hasta del más mínimo detalle, era cómodo, porque también en silencio no nos sentíamos ajenos.

-¿Y David?-

-Se fue con July y Jaime, iría a casa de unos amigos, así que les quedaba de camino-

-Ahora entiendo por un momento lo perdí de vista, es bastante escurridizo-

-Y que lo digas, sus primeros pasos fueron mi peor pesadilla, y no solo mía, de July también-

-Ella es una chica bastante agradable, de verdad que lo es, supongo que no tuviste tiempo de aburriré con ella el día de hoy-

-Definitivamente lo fue, fue bastante entretenido, me hacía falta hablar un poco y siempre me pone de buen humor verla bien-

-Es una persona encantadora, y para que yo considere eso, de verdad debe de serlo- escuche su risa- me agrada que alguien más por aquí se ofrezca a recibir un tiro por ti- y ambos reímos recordando la escena