Donde el espejo nos separa

Capítulo 6

Aquel día en el motel, los amigos de Katherine se despertaron antes que ella y fueron a desayunar aprovechando el buffet gratuito incluido en su estancia. Mientras disfrutaban de la comida, Elisa notó que su amiga tardaba en bajar y decidió ir a buscarla. Los demás se quedaron arrasando el buffet del motel mientras ella se dirigía hacia la habitación.

Al llegar, Elisa notó que la habitación estaba más vacía de lo normal. Todas las pertenencias de Katherine y de ellos habían desaparecido, y Katherine tampoco estaba allí. Preocupada, pensó que les habían robado y decidió buscar a su amiga. Dio una vuelta por la habitación y, al no encontrarla, decidió revisar el baño. Sin embargo, este también estaba vacío.

Bajó hacia el restaurante para avisar a sus compañeros de que algo extraño estaba sucediendo, pero para su sorpresa, no los encontró allí. Decidió entonces ir hacia recepción para hablar con el recepcionista y preguntar si alguien había entrado a limpiar la habitación o si habían guardado sus pertenencias en el guardamaletas. El recepcionista le informó que, si ellos no habían abandonado la habitación ni entregado las llaves, nadie tenía permitido el acceso a la habitación, ni siquiera el servicio de limpieza. Prometió revisar las cámaras de seguridad y les informaría al respecto.

Desconcertada, Elisa regresó hacia la habitación y encontró a sus amigos tan sorprendidos y asustados como ella.

—¿Eli, dónde están nuestras cosas? —preguntó Will, con una arruga de preocupación marcando su frente y sus ojos buscando frenéticamente por la habitación.

—Si esto es una broma, no tiene gracia —respondió Jack, frunciendo el ceño con una expresión de desconcierto.

—¡¿Dónde está Davne?! —la voz de Derek temblaba ligeramente, su preocupación por su androide era evidente en su mirada ansiosa.

—Si, claro, ahora tengo súper fuerza para cargar con todas vuestras cosas. ¿Sois tontos o qué? ¡Nos han robado! El recepcionista dijo que revisaría las cámaras de seguridad —Elisa hablaba con rapidez, su tono denotaba irritación y preocupación.

—¡Las llaves del coche estaban en mi mochila! ¡Mi padre va a matarme! —exclamó Jack, con un gesto de angustia en su rostro y las manos crispadas.

—Chicos, ¿no han notado que falta alguien? —Elisa intentaba mantener la calma, pero su voz revelaba una creciente ansiedad.

—¡Claro! Debe ser eso. Katherine nos habrá querido gastar una broma —Jack sugirió esta posibilidad con una expresión de duda en su rostro.

—Sí, seguro que es eso. Como no la hemos despertado para desayunar, se habrá cabreado —añadió Elisa, tratando de encontrar una explicación lógica, aunque su tono denotaba incertidumbre.

—¿Creéis que también se habrá llevado a Davne?

—¡Cállate, Derek! -El tono de Will era brusco, con una mezcla de frustración y preocupación.

—¿Solo estás preocupado por tu estúpido robot? ¡Se ha llevado todo, incluso el coche de mi padre! —respondió Jack, con evidente frustración, su rostro reflejaba una mezcla de enojo y preocupación.

Los chicos creyeron que Katherine les había querido gastar una broma o incluso vengarse por haberse ido sin ella. Decidieron entregar las llaves a recepción y salir hacia el aparcamiento, con la esperanza de encontrar a su compañera afuera con el coche.

—Aquí no hay nadie. ¿Creéis que se habrá ido sin nosotros? —preguntó Elisa, con evidente preocupación en su voz.

—¡Qué estás diciendo! ¿Cómo se os ocurre pensar así de ella? —contestó Jack, visiblemente enfadado.