Capítulo 21

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Tadashi se volvió a su hermano con un marcado interés en el traje de Baymax, ya qué este se robó toda la atención del momento nadie se enteró lo que hubo entre nosotros. No le dimos más importancia y el tema quedó como algo que pasó y ya. Nada especial.

— ____, vamos a probar las capacidades de tu capa.

— No, ya se de lo que es capaz. — dije levantando la mano en un gesto tímido. Me siento muy retraída, quiero estar tranquila.

— Vamos, _____, nosotros queremos ver. Probemos quién gana ¿mi fuego infernal o tu ropa de anciana?

Solo para darle el gusto a Fred me levanté y dejé que probara su traje.

— Soportó una explosión gigante y me salve por eso ¿No crees que tu fuego será inútil?

— Buen punto. — dijo Gogo.

— Pensé en lo mismo. — Agregó honey.

— ¡Ay, le quitas lo divertido a la vida!

— Inténtalo si quieres.

— No, ya no es divertido, señorita capa indestructible. — hizo un puchero gracioso y luego agregó — Aunque las cuchillas de Wasabi son más poderosas.

— Ni lo pienses. — él mencionado corto la idea de inmediato.

— ¡Solo un corte!

— No, no, no.

— Si, si, si.

— ¡Que no!

Es raro, a mí es quien van a herir y no digo nada.

— ¡Vamos! tenemos que ver si de verdad es indestructible ¿Eso no hacen los científicos?

— ¡No experimentamos con la gente!

— Bueno... — expreso honey.

— Pero sabes a lo que me refiero.

— Yo le doy la razón a Fred, hay que probar. — dijo Hiro.

— No tengo problema alguno. Igualmente tengo que saber el límite de protección en caso de emergencia.

— A eso me refería ¿Te imaginas que nos atrapen en una cámara y de un tubo empiece a salir ácido mortal? — todos escuchábamos atentos las historias de Fred, reímos un rato, probamos todo lo que estuvo al alcancé para ver qué tan fuerte era la capa y sorpresivamente es más resistente de lo que pensé.

Quién te haya creado sabía lo que hacía.

— Vaya, Si se rasguño un poco.

— Es muy resistente pero no es indestructible. — dijo Hiro.

— De todos modos es un excelente trabajo, todo tiene su final.

— Bien, entonces así hemos quedado.

Y casa quién regresó a su hogar como si nada hubiera pasando.

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Ya pasó el fin de semana. Ahora los chicos estan de lleno en el Instituto y yo me quedó a trabajar con la Tía Cass. Es muy tranqiilizador esto, una estabilidad, un trabajo.

Depender de mi misma sin ser cargo de nadie.

Bueno de casi nadie, aún vivo con ellos, pero estoy rozando ese placer y me encanta. Otra cosa es que Hiro sale mucho con Baymax, según él con la excusa de que quiere que todo sea perfecto. No le llevo la contraria, él es el genio aquí pero he aquí mi dilema y es que siempre nos deja a Tadashi y a mi solos. Parece que lo have apropósito. Enano malvado él sabe que algo nos pasa, no hablamos casi ya, si podemos pasamos el uno del otro, con amabilidad claro, no quiero lastimarlo. Lo aprecio a él y a su familia pero ese día que probamos los trajes, en ese momento en el que me dió el beso algo en mi cambió. Me gusta él, lo admito, pero ahora lo siento muy extraño, como si ya hubiese obtenido lo que quería y ahora no me hiciera falta más. Suena horrible y lo es ¿Qué puedo hacer si es así como me siento?

Aunque puede que haya ido más allá. No lo sé, no soy psicóloga. Tadashi y yo no tenemos ningún problema así que no creo que sea tan grave si no se habla más de ese tema.

— ¡____, necesito tu ayuda aquí abajo!

— Voy en seguida. — sequé mis manos y fuí a rescatar a la Tía Cass.

Enseguida voy, Tía Cass.

Ahora mismo, Tía Cass.

Ya resuelvo, Tía Cass.

Como usted diga, Tía Cass.

Si, Tía Cass.

— ____, esto no es parte del trabajo pero ¿podrías hacerme el favor de acompañar a la señora Silvia con esas bolsas pesadas? — dijo tendiendome las cosas.

— ¿Quién e-... ?, bueno si. Como ordene Tía Cass. Será un placer. — ella agradeció y acompañé a una ancianita graciosa. Bajita, encorvada pero tenía un ritmo que me sorprendía. — Usted camina como si el mundo se acabara hoy mismo.

Me miró sonriente. Llegamos a su tierno hogar. Vivía sola, sin gatos, que extraño. Pero podría cualquier persona decir que esa era la casa con el jardín más lindo y verde de la ciudad. Se lo dije y me agradeció.

Me invitó a pasar pero me tube que negar, debía llegar rápido para ayudar a Tía Cass. Al insistir irme solo me ofreció agua y yo la acepte con cariño. Miré el vaso en mis manos terminé de beber el agua y se lo devolví. Pero antes de irme me retuvo.

— Linda.

— ¿Si, necesita usted algo más?

— En todos los años que he ido al LuckyCat, jamás te había visto por allí y siempre estas metida en esa tienda. — No se a que vino todo eso pero le quise escuchar. — ¿Eres una familiar lejana? Es que tengo curiosidad.

— No, no, yo solo soy la que trabaja ahí. Tuve un pequeño accidente y ellos me cuidan.

— Oh, es que pareces su hermana. Es muy lindo. Tu los ciudas a ellos. — no dije nada. — Ellos son chicos muy inteligentes, que emoción. Harán cosas grandes y maravillosas.  Es una fortuna que entre todos se apoyen.

— Si... Gracias, no dudo que harán cosas grandes y maravillosas. Tienen mucho futuro.

— ¿Sabes, linda, por qué mi jardín es verde y vivo? Porque es mío y decidí darle a lo que es mío prioridad.

Tampoco dije nada, solo asentí y volvía casa.

Los chicos llegaron y yo saludé como de costumbre. Serví la mesa, luego de comer lavé los platos y seguí pensando.

¿Tengo algo que sea mío?

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XD

Ay, Hola ajshjajjd

¿Capa de amor? (tadashixtu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora