Capítulo 09. Mi princesa.

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Después de que Blancanieves se ha marchado y la fiesta haya terminado, Ever After High regresa al silencio de la noche, siendo la lluvia la única melodía.

Apple se encamina hacia la habitación de Darling, con la esperanza de verla y asegurarse de que esté bien. Los pasillos resuenan con su rápido taconeo y los suspiros que se escapan de sus labios. Que tortura. Llama suavemente a la puerta y espera, un poco ansiosa.

La puerta se abre lentamente y Rosabella aparece en el umbral, un poco sorprendida.

─ Solo quería asegurarme de que Darling estuviera bien ─ dice con voz suave.

─ Ella está bien, está durmiendo, tuvo una noche agotadora ─ explica con suavidad y le sonríe comprensivamente ─. Tú deberías descansar, también has tenido un día difícil.

Si que lo había tenido.

Al día siguiente en Ever After High, en uno de los dormitorios, escondida entre las sábanas se encontraba Apple White. Al despertarse con el sonido de Raven moviéndose por la habitación, Apple se frota los ojos y se estira en la cama, tomándose el tiempo de ver el techo.

─ ¡Pero qué sorpresa! Al fin has despertado, Apple, ya es mediodía.

Se levanta un poco exaltada, toma su espejofono de la mesa de noche, al revisarlo se encuentran con un mensaje de Darling: «¿podrías encontrarme en el puente troll al mediodía?».

¿Mediodía? ¡Mediodía!

─ ¡¿Por qué no me has despertado antes?!

─ ¿Tienes planes?

─ Oh por todos los cuentos, Raven, voy tarde ─ dice desesperada.

Raven se queda observando a Apple con una sonrisa divertida mientras ella se apresura a levantarse de la cama y vestirse rápidamente.

─ Con suerte la encontraré esperándome. Oh, pero qué pena.

─ Ánimo, busca a tu princesa.

Con un rápido beso en la mejilla de su amiga, Apple sale corriendo del dormitorio y acomoda su cabello, con la mente llena de emociones. No había dormido bien por querer pasar algo de tiempo con Darling, y ahora estaba llegando tarde a su encuentro.

Llega al puente del troll con la respiración agitada por la prisa. Allí, al final del puente, ve a Darling esperándola con una sonrisa suave y acogedora. La encontraba tan linda.

─ ¡Lo siento por llegar tarde!

Darling le devuelve la sonrisa y le tiende la mano con un gesto cálido.

─ No te preocupes, Apple. ¿Estás bien?

─ Un poco mareada, voy despertando ─ dice con pena ─. Pero estoy bien ahora que estoy aquí contigo.

─ ¿Apple White durmiendo hasta el mediodía? ¡Impensable!

Continúan su camino riendo y burlándose entre ellas, al fin tenían un momento de paz y tranquilidad, el día de padres solo había revolucionado sus emociones. Darling y Apple caminan por las animadas y pintorescas calles del pueblo de Ever After, disfrutando del reciente calor y el cálido sol. Recorren la zona comercial, pasan frente a tiendas con escaparates llenos de vestidos elegantes y coloridos.

Terminan entrando a una pequeña boutique en una esquina. Son recibidas con una fragancia de flores y una vendedora amable que las guía un poco por el local. Darling buscaba vestidos que se asemejen a los colores de su reino, nuevamente tendría que combinar su vestido con los trajes de sus hermanos. Dexter ya había conseguido una corbata celeste con puntos blancos, le faltaba un traje azul marino, así que el vestido de Darling debía ser azul marino, únicamente para el cierre del Torneo de Justas.

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