destined | darlpple

Capítulo 02. Enigma resuelto.

Con renovadas energías, se dirigieron al Gran Salón, en donde la música dejó de ser una molestia para sus mentes abrumadas. Vuelven a la mesa de sus amigos, donde solo encuentran a Dexter, Raven y Maddie tomando el té.

Dexter levantó la mirada al escuchar la voz de Darling, y una sonrisa iluminó su rostro. La invita a sentarse a su lado.

─ Casi se pierden el agradecimiento de Apple y Briar ─ Maddie las apura a sentarse ─. Se me pone la piel de gallina de los huevos de oro.

Con la atención centrada en el escenario, observan con admiración como el director Grimm presenta a ambas organizadoras.

Los reflectores y demás luces se centran en el par de chicas, que se quitan sus antifaces para estar más directas con el público, toman los micrófonos. Recibidas por aplausos y silbidos. Rosabella encaja su codo en el costado de Darling y Raven solo se ríe burlonamente de su rostro.

Briar comienza dando la introducción del agradecimiento, mencionando a unas cuantas personas que influyeron en la planeación y al resto de estudiantes que ayudaron en la organización. Apple mira descaradamente a Darling por unos segundos, luego asiente con fervor, vuelve a enfocarse en la audiencia y ella continúa con los agradecimientos.

Mientras escuchaban el discurso, Darling sintió una oleada de sorpresa al percatarse que la misma chica con la que había bailado hace menos de dos horas, es la misma que sostenía el micrófono en sus manos. La protagonista de su noche. Un poco avergonzada, se niega a despojarse del antifaz cuando Briar lo solicita, para que la mayoría del alumnado se diera cuenta de los increíbles disfraces, máscaras y antifaces que sus compañeros portaban. Incrédula, le sostiene la mirada con el corazón desbocado en su pecho. Recordaba el baile de hace unos momentos, la emoción y ritmo, que aunque no hubiera sido como que se hubiera enamorado de la chica misteriosa, si que la había impactado.

Darling se quedó sin aliento por un momento, completamente sorprendida por la revelación.

La expresión atónita en el rostro de Darling hace carcajear a Rosabella, chispeante de diversión, se voltea a su amiga.

─ Oh, Darling, misterio resuelto, enigma resuelto, ¿no?

─Sí, parece que sí ─ suspira.

¿Cómo no se había dado cuenta? Aunque había que admitir que el hecho de ver a Apple sin sus dorados rizos ni sus colores rojos vibrantes, podría desconcertar a quien sea. Un vestido completamente blanco, clásico y romántico, de falda amplia, repleto de bordados de encaje y perlas que se pierden en los pliegues del movimiento. Un antifaz blanco que palidece más su piel y resalta sus ojos azules, este baja un poco más por las mejillas, como si estuviera literalmente cosido a su cara, oculta perfectamente sus facciones.

Pero sus labios rojos, no es Apple White sin sus labios rojos, debía reconocerlo. Su cabello lacio cae en cascadas de oro sobre sus hombros, adornado de florecillas y cada mechón en su lugar.

Si, es hermosa. Todo el mundo lo sabe.

─ Puede que ella sepa que eres tú, Darling ─ le susurra Raven.

El discurso termina rápidamente, todos aplauden con emoción. Las chicas regresan el micrófono a su lugar y la fiesta se reanuda. Ya había pasado de la media noche, algunas princesas de viejas costumbres comienzan a marcharse.

─ Darling, ¿bailamos?

Levanta la mirada hacia el principesco brazo que se extiende hacia ella, sorprendida del gesto repentino de su hermano, es incapaz de resistirse a la amabilidad de su tono. Vacila un poco, se siente un poco herida por todo.

Toma su mano y caminan juntos, bajo la atenta mirada recelosa de Dexter, quien también saca a bailar a Raven, circulando cerca de sus hermanos.

Mientras se deslizan entre la gente, acompasando sus pasos y movimientos, Daring se inclina al oído de Darling rompiendo el silencio de la situación.