Capítulo 06. Corazón de caballero.

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Por tres noches seguidas, la preocupación no permitía que Apple durmiera con comodidad, algo que Raven notó a la tercera noche.

Al estar a punto de acostarse, luego de un largo día de trabajo y clases, Raven y Apple ordenan su habitación como de costumbre. Debían dormir temprano, porque tendrían un día demasiado ocupado. Raven se encargaría de toda la logística y coordinación, para permitirle a Apple pasar el día con su madre, aún cuando no lo deseara mucho.

─ ¿Grimm no te ha llamado a su oficina? ─ le pregunta Raven mientras dobla ropa ─. Me ha llamado la atención esta mañana, por inculcar mis "ideas rebels" en ti.

─ ¿De qué hablaba?

─ Hay rumores, Apple, rumores sobre ti y rumores sobre los Charming. Eres la princesa del momento, aunque no sea demasiada sorpresa.

Había escuchado unas pocas cosas, pero nadie se lo decía directamente a ella.

─ Están buscando con quien emparejarte, ya se han mencionado a diferentes Charming de la región, pero son contadas las personas que consideran a Darling como un prospecto para ti. Y Daring, como príncipe, ha sido un poco desprestigiado.

─ Entonces Grimm ya sabe de esos rumores.

─ He escuchado a Faybelle quejarse de que tú y Darling han roto el toque de queda algunas veces ─ comenta la hija de la Reina Malvada. Toma asiento viendo a Apple que ordena su maquillaje ─ y tus participaciones en clase solo alimentan la teoría de Grimm: yo soy la mente malvada.

─ Grimm desea que seas la mente malvada ─ bromea la rubia.

─ ¡Lo sé! Si supiera que Apple White puede cometer fechorías por sí sola, no me lo creería.

Terminan sus labores nocturnas, siguen conversando y bromeando, comentando un poco la elaboración del anuario de fin de año, el cual sería entregado para el Día del Legado. Su segundo Día del Legado. Podrá ver qué destino espera al resto de sus amigos de grados menores, entre ellos el destino de Darling y Dexter.

Se recuesta en su cama, cansada y emocionada, por fin podrá volver a ver a Darling. Enciende su espejofono, encontrando unos cuantos mensajes de su princesa. «apple, me he encontrado con Tweedledum y Tweedledee, ¡son graciosisimos!», «la Reina Roja me ha hecho jugar croquet con ella, he temido por mi cabeza», y «te extraño mucho». Sonríe enternecida con el último mensaje.

─ Hunter y Dexter ya han colocado la mesa que pediste. ¿Es para tu madre?

Baja el espejofono. Cierto, el almuerzo con su madre.

─ ¡Sí! Ella me ha pedido que organice un almuerzo, espero que eso la tenga satisfecha.

─ Hay manzanas, eso debería alegrar a Blancanieves ─ Raven ríe un poco, pero nota a Apple ensimismada en su espejofono ─. Has extrañado demasiado a Darling.

─ Sé que es fuerte y hábil, pero no puedo evitar preocuparme por ella.

─ Mañana estará pisando Ever After High y dejarás esa cara larga que has tenido estos días ─ intenta hacerla reír, apacigua su tono ─. Apple, ella tiene un corazón de caballero, es la princesa con actos más principescos que conozco, su voluntad es fuerte, y su amor por ti lo es.

─ A ella le encanta el País de las Maravillas, eso lo sé, y ama ser el Caballero Blanco.

─ Espada y armadura, no se necesita más que un poco de locura para poder sobrevivir al País de las Maravillas.

Era evidente que Apple sufría por la ausencia de Darling, tan acostumbrada a pasar parte de sus días juntas, incluso aún cuando no se veían en todo un día, se acompañaban durante la cena. Las personas más cercanas a ambas princesas ya eran conscientes de la relación de estas, otras podían hacerse una idea de lo que sucedía. Pero los casilleros de ambas seguían llenándose de cartas de amor y recibiendo cumplidos por los pasillos, así que la noticia aún no se esparcía por todo Ever After High, para alivio de Apple.

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