Joel y Sara, dos criminólogos con un pasado compartido en el apacible pueblo de Bellasperanza, se ven arrastrados de vuelta a sus raíces cuando un asesinato brutalmente violento sacude la tranquilidad de la comunidad. Con la sospecha de que pueda...
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En aquel ambiente empolvado, donde los mundos de tinta y papel se entrelazaban, Sara y Diana compartían una mesa, sumidas en una conversación.
Sara: "¿Y de qué trata el libro que tienes ahí?"
Diana: "Es un libro de cocina."
Sara, con la mirada perdida en el horizonte iluminado por la cálida luz que se filtraba a través de la ventana, permanecía de pie con la espalda erguida frente a los estantes. Su atención se dirigía hacia Diana, quien estaba cerca, sumida en la conversación. La expresión serena de Sara contrastaba con la actividad frenética del entorno, mientras su mente divagaba entre pensamientos y reflexiones, disfrutando de ese breve momento de calma en medio del bullicio del día.
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Allí, frente a ella, Diana, con una cálida sonrisa y vistiendo una musculosa negra, estaba iluminada por la luz que se filtraba a través de la ventana, bañando su espalda. Su cabello negro se entrelazaba con los rayos de luz, creando una danza de sombras y destellos. Con gracia y elegancia, sostenía su libro en una mano, mientras sus ojos brillaban con curiosidad y entusiasmo en medio de aquel tranquilo escenario.
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Sara: "¿Vas a cocinar algo?"
Diana, moviendo la mano: "Estaba viendo si encontraba una receta. Me gusta cocinar, uno de mis sueños es abrir mi propio restaurante."
