Mahou Shoujo ni akogarete /// My version

los sentimientos de Baiser

Después de despedirse de sus respectivas amigas, Utena y Sayo se encontraron en una cafetería un poco alejada de la escuela. Se sentaron frente a una ventana, la cual Utena no dejaba de mirar. Sayo, por su parte, no sabía por dónde empezar; frente a ella estaba su némesis, Magia Baiser, pero en un estado tan diferente de lo habitual que parecía que Utena y Magia Baiser fueran personas totalmente distintas.

—Entonces, ¿vas a hacer tus preguntas? —preguntó Utena, la situación también era muy incómoda para ella.

—Sí. Escuché un poco de la conversación que tuviste con Azul; estabas enojada con ella, pero no logro entender por qué. Ya la habías derrotado y simplemente te fuiste. ¿Qué ocurrió? —astutamente preguntó Sayo, preparando el terreno para lo que realmente quería preguntarle a Baiser.

Utena suspiró y tomó un gran trago de su bebida antes de volver a suspirar. —Ella quería probarse a sí misma. Fue muy tonto de su parte buscarme sola, y le estaba reprochando eso mismo. —mintió Utena.

Sayo puso los ojos en blanco. No sabía por qué Utena había mentido; se suponía que era la villana, que no tendría escrúpulos en humillar a las chicas mágicas, y lo que pasó la noche anterior sin dudas derrumbaría la reputación de Azul, su propia reputación. Las dudas se incrementaron en su mente.

—Pero ella parecía tan emocionada, si se puede decir así, y tú dijiste algo como “así no debería verse una chica mágica, ten un poco de orgullo”, antes de irte. —respondió Sayo, volviendo a poner la conversación en un buen camino.

Utena parpadeó un par de veces con los ojos en blanco. —Bueno, supongo que sabes la naturaleza de mis peleas, ¿no? —preguntó Utena tratando de explicar.

—Sí, yo también las vi pelear hace tiempo en el templo de mi familia. —dijo Sayo refiriéndose al incidente del templo.

Utena escupió su bebida en ese punto. —Juro que no quiero hacerles daño a las chicas mágicas; solo me dejo llevar a veces. —se excusó Utena.

El intento desesperado de Utena hizo reír un poco a Sayo. —¿Por qué haces ese tipo de cosas a las chicas mágicas? —preguntó casi naturalmente, sintiéndose en parte segura con Utena ahora.

—Yo… hasta hace poco no era diferente a ti; simplemente admiraba a las chicas mágicas y quería convertirme en una de ellas, pero al parecer soy naturalmente mejor como villana. Al principio no quería, pero cuando las vi desde una perspectiva que nunca había visto antes, parece que ahora me dejo llevar y no puedo evitar pelear con ellas. No quería contarte esto, pero parece que podrías darme una segunda opinión sobre algo. —Utena procedió a relatar los sucesos a detalle de la noche anterior, mientras Sayo actuaba sorprendida, como si no hubiera participado en ello.

—Es por eso que estoy preocupada por Azul. No me gustaría haberla desmotivado o algo así. —Utena había relacionado el comportamiento de Azul con la falta de motivación que podría derivar de perder tantas veces ante ella.

De cierta forma, Sayo estaba aliviada de que Utena no sospechara de algo raro en los sentimientos de Azul.

—Tal vez deberías hablar con ella. —Dijo Sayo, empezando a levantarse. —Debo irme, tengo que ayudar en el templo hoy, hasta pronto Utena. —Sayo se fue dejando a Utena pensativa.