Nadie se dignó a contar
Una historia tan decepcionante
Como la que entre estos versos se esconde,
Una tragedia, una comedia, en fin, una obra teatral a medio montar
Que no necesita más actor que aquel que ya terminó la función
Para ser una historia apasionante.Se abría el telón con el canto de los pájaros
De una bonita tarde de invierno
En la que paseaba por un parque camino a nuestro encuentro,
Encuentro con tus ojos que eran mi nuevo amparo
Que desembocaría más tarde, en el tercer acto,
En el más cruel y frío de los infiernos.Tú sonreías como si te avergonzaras de tus labios
Y yo te miraba desde todos los ángulos del escenario,
Los focos se reflejaban en el claro de tus cabellos
Y eso es mucho decir, teniendo en cuenta que eran negros,
Casi tan negros como tus ojeras,
Pero no te culpo, yo tampoco dormí esperando la primavera
Para poder describirte la esencia de las flores
Ya que tú no eras capaz de captar sus olores,
Te describo el olor de tus manos mejor que los claveles.Y las mariposas desaparecieron entre la maleza
Para dejarme a un actor prisionero de la vergüenza,
Ella me dijo con cara de espanto:
“Otro inútil que va de poeta”
Yo la corregí: “En realidad soy un poema”
Fue una fastidiosa sorpresa
Cuando respondió: “Otro poema de tantos”.Y nunca la volví a ver
Porque terminó la función,
Pero aún me queda el puto clavel
Clavado en el corazón
Regado con el llanto
Y que ha servido para otro poema de tantos.
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Quemando Iglesias
PoetryAlgunas realidades no son visibles para nosotros, tal vez son obra de algún Dios, ya sea maligno o el origen de nuestra felicidad, en caso de ser un cabrón, debemos quemar su templo, pues no hay mayor dolor que no saber el lugar del que provienen to...