Mala Vida (Evanescencia)

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Evanescencia...

Es una curiosa palabra,
Más presente de lo que pensamos,
En nuestras vidas, en el amor,
Si acaso no son lo mismo,
La misma huerta labrada
Con el sueño de poder amarnos
A nosotros mismos, a otros
O incluso a la decepción
De no lograr lo que quisimos.

Todo se desvanece,
No importa cómo, siempre habrá un cuando
En el que desaparece
Tu autoestima, tu amor, tu camino explorado.

Mezcla de días, semanas y meses,
Ciertamente eso es estar triste,
Unificarlo todo, como si el tiempo no pasase,
Como si la vida terminase
Antes de la muerte, antes de los días grises,
Eso ocurre a veces, muchas veces,
No hay tinte en el blanco, ni en el negro,
No hay más que luz y sombra,
No hay más que techo y suelo,
Un poeta y un poema, alejados por kilómetros de viento,
De brisas, de brisas mensajeras,
De brisas, de brisas rotas.

Un poema abrazado a la tristeza,
Somnoliento en su insomnio
Se esconde entre la maleza
De la oscuridad de su dormitorio.

Pobre poema
Alejado de su poeta.

Tú también sientes esta ausencia
Que trajo consigo la evanescencia,
No me digas lo que quiero oír
Prefiero silencio tras morder el cojín,
Viaja algún día a mi ciudad,
Pero no tardes, pienso marchar,
Si tardas, iré en tu búsqueda
Para podernos hablar,
Pues tengo la boca atenta
Y no precisamente para gritar.

Puta espera maldita,
Me cago en el reloj y en su tic tac,
Las estrellas palpitan,
Y la gente se ríe de mi malestar,
Escribo poemas en las paredes
Porque guardan recuerdos
De tu saliva,
Sólo soy otro de esos rehenes
Preso, pero suelto
Por la mala vida.

Quemando Iglesias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora