Quemando Iglesias

Elefante Rosa

Llegué a mi casa, afectado por beber...
Espera un segundo, yo me quité del alcohol,
¿Acaso importa ya?, escupo flemas suaves como algodón
Y abro alguno de mis poemarios para volverlos a releer.

Y me parece todo una mierda,
Tal vez es todo una mierda.

Tras revisar unos tres versos o puede que alguno más
Apareció una arcada que prontito me obliga a vomitar,
No sé si es el sabor de la flema lo que me hace potar
O a causa de mis poemas pasados en los que no dejo de pensar.
Me ha parecido ver una manchita negra moviéndose en la pared
O es la misma que me visitó ayer y anteayer,
La tinta derramada de un bolígrafo gastado
Por un poema anteriormente enamorado
Que ahora escribe esto un poquitín borracho,
Borracho de no tener nada que ver,
Borracho de saber que no sé.

Salí a la calle a ver si alguien de mi llanto podía oír
Alejándome del reflejo
Que dejo en el espejo
Por el que aunque visto borroso, no dejo de sufrir,
Ojalá florecer en esta puta primavera,
Ojalá arda mi cuerpo de madera
Para su calor volver a sentir
Que hace tiempo que mi alma
No sabe cómo coño se aprende a bailar
Y no aguanta más el frío de esta puta soledad.

Me acosté en un banco parecido a mi cama
Para el mono poder dormir,
Pero me encuentro en un insomnio del que no sé salir,
Una situación entre espada y espada
En la que no hay más camino que morir,
A ver si florece una amapola
Que me cuida y que me apoya
A abandonar esta mierda de desliz.

En mitad del cielo nocturno alguien encendió un fogón,
Parece la misma luz que del cielo azul me enamoró
Y me duermo en esta espera
Viviendo en la constante quimera
De un mundo que ayer me abandonó.