El periplo de mirarme al espejo
Y saber que no me gusto
Capta hoy un fin diferente,
He visto el mismo reflejo
Y ya no me asusto,
Creo que empiezo a quererme,
Creo que después de tanto insulto
Comienzo a quererte.
Me compadezco de las ojeras
Que dejaron malas noches
Y de las heridas en mi alma
De las que antes me echaba la culpa,
Me preocupo de lo que pudiera
Hacer triste a medianoche
Casi muerto y de vivir sin ganas
Rajando mis venas corruptas
Prendidas por perpetuas llamas.
Amo los charcos de lágrimas
Y amo el viento de mil suspiros,
Amo el terremoto de las taquicardias
Y amo mis ojos hinchados y rojizos.
Arrancaré las últimas páginas
Para encerrarlas en el olvido
Pues arrastro tras mi retaguardia
Virtudes adquiridas en mi bautizo.
Sin más antidepresivos de los cojones
arrastrando las efímeras alegrías
Por el podrido desagüe
Que se lleva también mis penas,
Sin más navajas en los cajones
Por si llega el fatídico día,
El día del desarme
De la vida ante mi esquela.
¡Me cago en la puta, sigo vivo!
Sin más bandera que mi corazón,
Sin más poemas que la oración
Por la que día a día resucito.
Me miro al espejo y por una vez
Soy capaz de mirarme a los ojos.
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Quemando Iglesias
PoesiaAlgunas realidades no son visibles para nosotros, tal vez son obra de algún Dios, ya sea maligno o el origen de nuestra felicidad, en caso de ser un cabrón, debemos quemar su templo, pues no hay mayor dolor que no saber el lugar del que provienen to...
