Salió de casa como siempre,
Pero como nunca la había visto,
Con los ojitos felices y un bonito vestido,
Bailando como una loca, sin más sonido
Que el ritmo del aire que balanceaba sus pendientes,
Y yo, que nunca he bailado,
Lo estoy más que deseando,
Pues me ha dicho que cuando acabe
Bailará conmigo.He visto en su sonrisa el pentagrama de una bella melodía,
La más detallada, perfecta y sencilla sinfonía,
Me dispongo a tocarla, como quién toca la guitarra
Y la lectura de mis planes se separa,
Ella es cenicienta, hasta que llega la hora, la hora de besarla.Me dijo que no buscaba el amor,
Y yo, que nunca he sido cursi, pero si un poco cabrón
He decidido follarla en sueños, confundiendo a mi corazón,
¿Cuánto cuestan sus tacones?, ¿cuánto importa cada oración?
Si a fin de cuentas soy la última estación
Aquella a la que huyes cuando no quieres bajar,
Y si el tren te ha llevado aquí, es que algo en ti anda mal.Hasta cuando llora, sus lágrimas resaltan su belleza,
Los cristales de su cara que rompen mi cabeza,
Y ojalá haber estado atento de la tormenta,
Del reloj y de la hora,
Pues hace unos segundos fue nuestro momento,
Y entre pena y pena, ha cerrado el garito,
Se acabó el baile sin haber iniciado...Y me acerqué a tus labios
Sin darme cuenta de que me estaba alejando,
Llegó la hora, y a cada minuto, me alejo más del baile.
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Quemando Iglesias
PoëzieAlgunas realidades no son visibles para nosotros, tal vez son obra de algún Dios, ya sea maligno o el origen de nuestra felicidad, en caso de ser un cabrón, debemos quemar su templo, pues no hay mayor dolor que no saber el lugar del que provienen to...