Quemando Iglesias

Nada por Decir

Bueno, qué decir que no se haya dicho,
Empecé hace un año, como un niño, un chico
Desconforme con su vida, con su situación
Y ahora me encuentro aquí, escribiendo
Y pensando en que no sé qué escribir
Si no existe ninguna motivación,
No existen razones para seguir leyendo,
Si todo lo importante que podía escribir
Está escrito o no le queda mucho para venir...

¿Qué me queda por contar?

Si la vida gira, pero he madurado lo suficiente,
Si el sufrimiento ya no es mi única fuente,
Si el odio que sentía, no me motiva porque ya no lo siento,
¿Por qué debería destrozar mi obra con más lamentos?
Si he cambiado de la noche a la mañana,
Y tengo claro que no quiero ser el mismo,
Si he olvidado lo que es un amor de pasada,
Y todos los recuerdos se quedan aquí conmigo...

Tal vez me queda algo por contar.

Ya que no sé hacer metáforas
Y mis versos no me gustan,
Porque me suenan siempre las mismas anáforas
Y eso en cierta parte me asusta,
Echo de menos a mi musa,
Dime dónde estará aquella puta,
Perdida entre huertos de olivares
Para escuchar a otro artista y sus cantes,
Que no son suficientes los poemas,
Le hace falta un poco de chispa,
Tal vez ese es mi problema,
Que soy un poquitín escepticista.

Entonces, ¿qué me queda por contar?

Nada, nada por el momento,
Me dirá algo el viento
Y entonces recaeré en la escritura
De versos para usar como cura
A esta cabeza, que está desordenada,
Perdida entre jornada y jornada
De trabajo resumido en pensamientos,
Que odio sobrepensar, pero lo hago siempre,
Estando triste o contento,
No queda día que el soliloquio no se conteste.