iii. alivio

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season 3 - episode 12






Andábamos sin buscarnos,
pero sabiendo que andábamos
para encontrarnos.








❝Andábamos sin buscarnos,pero sabiendo que andábamos para encontrarnos

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Los días pasan y las muertes continúan, por ello la profesora Jennifer propuso hacer un recital en la noche.

Obvio no podíamos faltar.

Todo iba "bien" hasta que Amber se enfermó y fuimos al baño. Estando ahí, escuché unos pasos de tacones por el pasillo, me asomé y vi a Lydia ingresar a un salón, fruncí el entrecejo y cerré la puerta, me crucé de brazos y cuando Amber acabó de arreglarse salimos.

—Amber, adelántate, yo aprovecharé de ver algo —le dije, ella me observó unos instantes y asintió, al irse al recital yo di la vuelta y caminé por los pasillos siguiendo un aroma peculiar y unas voces que resonaban en el silencio de la noche.

Es el darach.

Me asomé un poco en la puerta para identificar la voz de la profesora Jennifer y la voz de Lydia, iba a ingresar a la sala cuando un grito me causó escalofríos y tuve que tapar mis oídos.

—Increíble, ¿no tienes idea de lo que eres, cierto? La mujer que llora, la banshee frente a mis ojos. Eres como yo Lydia, pareces una flor inocente, pero eres una serpiente —ahora sí iba a ingresar cuando escuché la cinta de embalaje, pero el sheriff con su arma en mano me hizo una seña de silencio e ingresó por la puerta trasera de la sala.

Debería dejarlo... nunca me interpongo en temas que no me incumben.

Pero es el padre de Stiles.

Stiles lloraría si algo le sucede a su padre.

Ingresé a la sala de clases y vi a la profesora Jennifer de pie detrás de Lydia quien estaba sentada y atada a una silla, pude verla llorando. Entonces la profesora Jennifer lanzó el cuchillo que tenía empuñado en dirección al sheriff y al alzar mi mano lo detuve en el aire, el sheriff se veía confundido, pero al igual que yo identifiqué al darach, ella me identificó.

—Tu —dijo, escuché a Scott aproximarse y lancé el cuchillo a la profesora, ella lo esquivó y al ver ingresar a Scott se enfrentó contra él mientras me acercaba a Lydia quien parecía ida. La estaba desatando cuando escuché unos disparos y sin darme cuenta Jennifer ya había apuñalado el hombro del sheriff y lo tenía acorralado.

—¡Papá! —la voz de Stiles me hizo girarme a la puerta y ver que esta estaba bloqueada y en pocos segundos la darach se llevó al sheriff.

—Hay que ir con Derek —dijo Stiles de inmediato cuando ingresó a la sala. Scott miró a Lydia y después a mí.

—Yo me encargo, vayan —él asintió y ambos se fueron corriendo. Unos minutos después llegó Isaac y Allison.

—¿Qué sucedió? —dijo ella al acercarse y ver a Lydia.

—No sé si me lo vas a creer, pero la profesora Jennifer se llevó al sheriff y Scott con Stiles dijeron que irán con un tal Derek —ella me observó y entendió todo, me ayudó a levantar a Lydia y llamaron a la ambulancia, por temas de electricidad los pacientes del hospital serían trasladados a otro hospital en el centro, así que Lydia sería llevada hacía ese lugar.

Allison se fue y cuando iba a seguirla Amber me alcanzó.

—¿Estás bien? Oí lo que hizo la profesora Jennifer, es una loca.

—Sí, estoy bien —miré el lugar por donde se había ido Allison y suspiré, no me corresponde meterme más en el asunto—. Será mejor que nos vayamos, parece que va a llover muy fuerte.

Ambas fuimos a mi casa donde estuvimos viendo películas, yo sentía la lucha que estaba pasado en el eclipse y solo deseaba que Stiles estuviese bien. Toqué el centro de mi pecho y lo masajeé un poco al mover mi mano, nunca me había interesado un humano y mucho menos me había interesado ayudarlo.

—¿Qué sucede? —me pregunta Amber al verme.

—Nada, solo tuve una sensación extraña.

Ella se quedó unos instantes en silencio y después volvió su mirada al televisor.

A eso de la media noche la tormenta paró, y todo parecía ser pacífico de nuevo, el alivio volvió a mí y una leve sonrisa se hizo presente en mi rostro.




⠀⠀⠀⠀Estaba caminando por los pasillos de la escuela hasta llegar a mi casillero, guardé el libro de francés y al cerrar la puerta me sobresalté al ver a Stiles casi recostado en el casillero vecino con su mano sirviendo de apoyo para su cabeza. Tenía una sonrisa algo alegre y a pesar de que me visualicé haciendo drama, lo tomé de la camiseta y lo acerqué a mí para besarlo, él se sorprendió, pero se dejó besar y correspondió algo torpe.

—¿Ya se solucionó todo? —le pregunté, no quise ni mencionar a la darach.

—Sí, ya está todo bien —dijo, lo tomé de la mano y ambos fuimos hasta la oficina del entrenador—. ¿Buscas al entrenador?

—No —le dije al momento de empujarlo contra la silla, él cayó sentado y me observó muy sorprendido, con la boca abierta y casi temblando, le sonreí y me senté a horcajadas sobre él, lo besé y él no dejó quietas sus manos.

Lo que sentía anoche desapareció y el alivio estaba inundándome, la piel de Stiles me daba aquel calor que abrigaba mi cuerpo, sus besos sabían bien y me hacían sentir satisfecha y a la vez hambrienta de más.

El abrir mis ojos y ver sus ojos marrones sonriendo me producía un éxtasis, mis manos subían a su cabello y se enterraban en este, bajaban a su rostro del cual admiraba cada detalle, cada lunar.

—Astrid —me llamó entre suspiros, volví a besar sus labios y los movimientos se aceleraron, finalmente un suspiro profundo nos liberó del éxtasis.

Como me gusta.

Nos vestimos con rapidez debido a que se escuchaban los gritos del entrenados a la distancia, esperamos unos instantes y salimos casi corriendo de la oficina, al estar lejos y sin que nadie nos viese lo miré y se nos escapó una risa de complicidad.

Estiré mi mano y la tomó, entrelazamos nuestros dedos y sin darme cuenta ya había más que aceptado salir con el chico hiperactivo.

𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 - Jordan ParrishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora