𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 - Jordan Parrish

xix. confusión

season 6 – episode 3

❝Al final las almas gemelas
se encuentran porque tienen
el mismo escondite.

;&&&;

—¿Qué se supone que buscamos? —me pregunta Parrish, estamos en el bosque y le llevo unos pasos adelante, se le escucha algo cansado.

—¿Por qué te cansas? —dije al girarme y verlo, él me observó.

—Porque caminamos mucho quizás.

—No, no puedes cansarte, enfermarte o sentirte mal —me fui acercando a él y frunció el entrecejo.

—Sigo siendo-

—¿Normal? Eso no es verdad, tu cuerpo murió y fue tomado por el sabueso infernal, dándote una longevidad pocas veces vista.

—¿Significa que debo sentirme mejor?

—Significa que eres eterno hasta que te maten —dije—. Y muy pocas cosas pueden matar a un sabueso infernal.

—Bien, ¿me dirás qué hacemos aquí?

—Buscamos el agujero —frunció el entrecejo—. Los jinetes fantasmas tienden a pasar diferentes planos, pasan del bardo hasta el mundo real, al final los que están en el bardo pasan al mundo de los muertos.

—¿Bardo?

—El mundo en medio de la vida y la muerte —seguí buscando y no podía sentir nada, más bien, me sentí desesperada. Una mano tocó mi brazo y Parrish me observó.

—¿Qué sucede?

—Hay una alta posibilidad de que haya perdido a un amigo, alguien a quien quise mucho y fue borrado de la mente de todos. Si no hago algo, él morirá y ni siquiera yo sabré que existió —miré a Parrish y este me abrazó, su calor era más fuerte que el de los humanos, podía incluso verlo como realmente es, con esa energía que lo cubría y con sus ojos al rojo vivo. Cerré mis ojos con fuerza cuando nos separamos del abrazo, al abrirlos él me miraba y sonreía leve.

—Tranquila, hemos avanzado mucho, por ahora lo dejaremos aquí, debo ir al trabajo.

Asentí.

⠀⠀⠀⠀Muchas llamadas de Scott y Lydia llenaban mi buzón, no le había seguido el paso a la investigación de Stiles y tampoco quise comentar lo que le podría pasar si no lo encuentro a tiempo. Creí que podría solucionarlo, pero la realidad es que ni siquiera sé si podré traerlo de regreso.

Supongo que debo decirle.

Bajé de mi auto y vi que la casa de Scott tenía luces azules y rojas, algunas verdes, me sorprendió, pero es Scott, algo debió de planear.

Escuché a Parrish gritarle a alguien, un llanto de una chica y una presencia que no reconocía. Me apresuré en ingresar y lo vi, por primera vez vi a un jinete, su rostro lleno de cicatrices, su sombrero, su gabardina y su látigo.

—¡Todos al suelo, ahora! —gritó Parrish, le dio unos balazos en la espalda al jinete y nada le hizo, este se giró y mientras guardaba su látigo se fue acercando—. ¡De rodillas! —le ordenó al jinete.

—Espera —iba a avanzar cuando se acercó lo suficientemente para observar bien a Parrish, no, para observar bien al sabueso infernal. Una fuerte brisa ingresó a la casa junto con hojas secas y el jinete desapareció—. Se fue —susurré. De los presentes conocía a Liam, así que sus amigos se llevaron a una chica a su casa y Parrish se fue, me crucé de brazos mientras miraba a mi alrededor intentando recuperar su aroma o presencia.

—¿Qué sucedió? —preguntó Scott al observar la casa, había algunos destrozos.

—Dijiste que encontráramos un lugar seguro —respondió Liam de inmediato—. E hicimos la fiesta aquí.

—¿Quién dijo algo sobre una fiesta? —preguntó Scott.

—No le alces la voz —intervine y fruncí el entrecejo, ¿por qué había una pizca de hostilidad hacía su beta?

—Al menos salvamos a Gwen —dijo Liam. Scott se quedó pensando unos instantes.

—Pero vieron a uno de los jinetes.

—Cory lo hizo visible para pelear contra él.

—Claro, pero el libro dice que si ves la casería salvaje te llevan a ti también —añadió Scott, aquello no lo sabía.

—Todos en la fiesta lo vieron. ¿Eso significa?

—Se llevarán a todos —dijo Scott—, debí estar aquí.

Liam se fue después de aquello y yo seguía ahí. Scott me contó que como no contestaba sus llamadas él, Lydia y Malia fueron al asilo a hablar con Stiles, el padre del sheriff.

—Scott —lo miré mientras tenía un rollo de bolsas de basura en la mano—. Si Stiles es real y fue borrado, los jinetes lo tienen en algún lugar del bardo, te lo comento porque yo nunca escuché que alguien saliera de dónde los mantienen.

—No me rendiré. Si él es real, si es mi amigo, de alguna forma lo traeremos, así que no me rendiré —me dijo, le conté todo sobre lo que sabía de los jinetes.

Salí de la casa de Scott y caminando hacía mi auto sentí que me observaban, me giré y vi el bosque a la distancia, un par de brillos resaltaban y corrí e ingresé al bosque, aquel par de brillos se distanció un poco, pero corría a mi lado y cuando di un salto para evitar una raíz, el contrario se lanzó sobre mí, dimos unas vueltas en el suelo, oí una risa familiar y sentí mi corazón acelerado, vi a Derek y mi mente intentó recordar por qué nos separamos este año completo.

—Te asustaste —dijo al acomodar mi cabello y besarme, una sensación en mi pecho se sentía diferente, lo quería, siempre lo querré, pero no lo amaba, algo cambió y no recuerdo qué era.

Cuando él de distanció del beso me observó y pude ver en sus ojos que también le sucedía aquello, como si estuviese fuera de lugar.

Como si buscara algo que perdió.

—¿Qué saben? —preguntó al verme, le acaricié la mejilla y lo besé nuevamente.

Al separarnos apreté mis labios y él asintió.

—¿También lo sientes? —me preguntó al fruncir un poco el ceño y separarse de mí.

—Sí.