Donde un Alfa no se dará por vencido, para demostrarle a ese Omega que el amor, si existe.
Y que a pesar de que la vida se muestra difícil y dura, el amor siempre prevalece.
¿Podrá Jung Hoseok lograr su cometido?
¿Podrá Park Jimin confiar de nuevo...
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💞
Después de que Jimin saliera de la habitación Hoseok se vistió, no quería irse de ahí, pero tampoco quería incomodar al Omega.
Al salir de la habitación un silencio rodeaba el resto de la casa, miró hacia todos lados buscando a Jimin mientras bajaba las escaleras, pero en lugar de encontrar al rubio se encontró con Jungkook tomando un poco de café sentado en uno de los sillones de piel leyendo alguna revista.
El jovencito le brindó una dulce sonrisa.
-¡Buen día señor Jung! ¿Aún por aquí?
-Buen día Jungkook. Si, de echo ya me voy. -dijo mientras se acercaba a la puerta. -Recuerda que te espero en mi oficina, espero que vayas pronto.
-Lo haré señor Jung.
-Bien. Bueno, entonces nos veremos pronto. -musitó, miró de nuevo hacia todos lados, sentía y alcanzaba a oler ese suave aroma a jazmines, y eso le hacía saber que Jimin estaba cerca, pero no quería importunarlo más.
-¿Vendrá esta noche? -preguntó el jovencito.
-No...no lo creo.
El Alfa abrió la puerta pero el joven Omega lo detuvo.
-Debería venir. Hoy es sábado, es el día exclusivo para Jimin.
A Hoseok le interesó eso.
-¿Día exclusivo?
-Si. Jimin es el mejor bailarín de todos. Y los sábados el trabaja exclusivamente en la pista, a los clientes les gusta mucho verlo. ¡Jimin es genial en la pista de baile! Debería venir.
El Alfa sonrió.
-Entonces, hoy no trabaja...bueno ya sabes...
-¿Con los clientes?
-Si.
-No, hoy no. ¿Jimin no lo invitó a verlo bailar? Siempre hace la invitación a los clientes.
Hoseok negó. -Quizá lo olvidó. Bueno, me voy Jungkook. Hasta pronto.
-Si, adiós señor Jung.
Jungkook estaba a punto de subir las escaleras pero Jimin lo detuvo.
-Jungkook.
-Hola Jimin. Pensé que estabas en tu habitación.
-Bajé por un café, Pero...preferí salir al jardín a tomar un poco de aire.
-Ya veo. ¿Se te ofrece algo?
Jimin miró hacia la puerta.
-¿Quién salió?
-Oh, el señor Jung. ¿Por qué?
Jimin negó con la cabeza. -No, por nada. Ehmmm...¿Te dijo algo? Quiero decir...¿tal vez dejó algún recado? -preguntó jugando con sus dedos.
