Donde un Alfa no se dará por vencido, para demostrarle a ese Omega que el amor, si existe.
Y que a pesar de que la vida se muestra difícil y dura, el amor siempre prevalece.
¿Podrá Jung Hoseok lograr su cometido?
¿Podrá Park Jimin confiar de nuevo...
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-Ahora...eres solo para mí Park...solo para mí...mi amor.
Jimin se estremeció con ese beso fundido en sus labios. Las manos del Alfa acunaban su rostro mientras sus labios se movían al mismo ritmo.
Un ritmo suave y lento, dónde sus lenguas jugaban traviesas a enredarse entre si y dónde ambos cuerpos comenzaban a temblar de pasión y deseo.
Los lobos de ambos jadeaban de gusto al sentirse tan cerca y el aroma tanto del Alfa como del Omega se intensificaban cada vez más.
Y entonces el Alfa se apartó unos centímetros recuperando su respiración.
La mirada de ambos no se apartaba del otro; el peliblanco pegó su frente con la del rubio y cerró sus ojos percibiendo ese delicioso aroma a jazmines.
-Jimin...hueles tan bien.
El rubio en completo silencio se alejó del Alfa.
-¿Por qué haces esto? -cuestionó con tranquilidad. Dejando las manos que acunaban su rostro en el aire. -¿No te basta con lo que te dije de mi pasado?
Hoseok negó con la cabeza. -Me importas tu...solo tu. Sufriste mucho, ahora es tiempo de que empieces a vivir.
-Ya es muy tarde para mí, por favor entiéndelo.
-No, no es tarde. Solo déjame ayudarte en eso.
Jimin derrotado por la insistencia del Alfa se dejó caer en el sofá. Cubrió su rostro con sus pequeñas manos y después escondido así, entre sus manos comenzó a llorar quedito.
-Yo...no quiero contagiarte mi amargura. Tu eres bueno Hoseok...mereces algo mejor.
El Alfa se sentó junto a él.
-Y yo en cambio, quiero contagiarte las ganas de vivir, de amar, de sonreír. Y en ese lugar nunca pasará eso. Por eso te pido que aceptes mi ayuda, por favor Jimin. No te estoy pidiendo nada extraordinario. Solo que me dejes mostrarte lo hermoso que es la vida fuera de tu mundo. -dijo tomando las manos del rubio descubriendo unos ojos cristalizados y unas lágrimas corriendo por ese lindo rostro.
Jimin lo mira y sonríe de lado.
-Acabas de contratar mis servicios. No entiendo entonces porque me dices esas palabras.
-No, no contraté tus servicios, fue un pretexto para que te quedaras aquí. Pero no pasará nada entre tu y yo, nada que tú no quieras.
El rubio lo miraba incrédulo.
-¿Qué quieres decir? Pagaste por mi...
-Lo hice. De otra manera no te hubieses quedado.
-¿Entonces?
Hoseok se acomodó de manera que quedó frente al rubio, sin soltar sus manos. Limpiándole las lágrimas.
-Escucha, en estas dos semanas quiero mostrarte cuánto me importas. Quiero que entiendas lo mucho que vales como persona, independientemente de tu pasado. Sin querer ser pretencioso se que no te soy indiferente, así que te voy a conquistar Park Jimin, voy a lograrlo.
