Donde un Alfa no se dará por vencido, para demostrarle a ese Omega que el amor, si existe.
Y que a pesar de que la vida se muestra difícil y dura, el amor siempre prevalece.
¿Podrá Jung Hoseok lograr su cometido?
¿Podrá Park Jimin confiar de nuevo...
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Horas antes...
El Alfa peliblanco escogía con sumo cuidado la ropa que se pondría, estaba indeciso sobre ir o no a ese lugar llamado "El paraiso" pero su querido amigo Namjoon lo convenció.
Además no podía negar que moría por ver de nuevo a ese hermoso Omega.
Finalmente se decidió por unos vaqueros azul claro, botines negros y una playera y saco ambos en color blanco.
Namjoon después de ir a arreglarse a su departamento llegó por el mayor.
Y emprendieron el camino hacia el conocido lugar.
Cuando llegaron a dicho lugar y pudieron entrar después de ser revisados por los guardias; Namjoon pudo encontrar a su Omega Jin, después de hablar con él ambos se fueron a la habitación del Omega.
Por otro lado Hoseok se quedó a la orilla alejado de las personas que hacían algarabía pues sabían que un hermoso Omega saldría a la pista de baile.
Hoseok estaba prácticamente en un rincón casi a oscuras esperando ver desde ahí la actuación del rubio. No quería que el Omega lo viese, tal vez quería darle una sorpresa.
Y cuando fue anunciado por Madam Susete todos guardaron silencio, y ese Omega que parecía un ser místico y hermoso hizo su aparición enmedio de los aplausos.
Todos, en su mayoría Alfas se fueron acercando alrededor de la pista para poder gozar de una mejor vista, pero el Alfa peliblanco se quedó en el mismo lugar.
Y ahí estaba...Oh, por Dios, tan hermoso, tan fascinante, tan espectacular, que el peliblanco abrió su boca anonadado, embelesado por la belleza del rubio.
Vestido con tanta sensualidad, con ese atuendo negro lucía verdaderamente precioso, pero conforme iba avanzando la cancion "River" de Bishop Briggs, sus movimientos se tornaban más eróticos, insinuosos, y los Alfas alrededor se comenzaban a excitar.
El peliblanco se dió cuenta de ello pues la mayoría se comenzaba a tocar su miembro viril, algunos lo hacían o trataban de hacerlo con disimulo, pero otros no tenían ningún reparo en tocarse aún encima de sus pantalones.
Esto comenzó a molestar al Alfa que metido en el rincón, prácticamente enmedio de la oscuridad veía como Jimin gateaba en el escenario encendiendo aún más la pasión de sus espectadores.
Estuvo apunto de salir de su escondite cuando miró como uno de esos estúpidos Alfas trató de tocarlo, pero Jimin no se lo permitió, sin embargo su sangre hirvió de los celos cuando el Omega deslizó su dedo indice por los labios de ese Alfa.
Sus puños se cerraron y su respiración se torno errática pues los celos lo estaban consumiendo.
¿Por qué estaba bailando de esa manera tan...tan excitante? ¡Maldita sea!...
Se reprendía él mismo al sentir como su miembro viril comenzaba a despertar.
Pero una voz lo hizo reaccionar, cuando estuvo a punto de tocarse él mismo.
