―¿Quieres hablar? ― le pregunto Maki a Lang que estaba en la cocina del refugio, tomando lo que parecía ser un café matutino con un fuerte olor a vodka. ― ¿sabes que no podemos emborracharnos verdad?
―Lo intentare, si no puedo emborracharme por lo menos beberé en nombre de Matt y Nazer.
―Vamos, nos conocemos desde hace años, sé perfectamente que bebes en nombre de Matt. ― la mirada de Lang fue nerviosa y vacilante, pero era verdad el hombre quimera estaba secretamente enamorado del humano Matt. ―No te pongas así que todos nos dimos cuenta. Todos menos Matt, aunque no se podía esperar que alguien tan infantil se diera cuenta. ― dijo con aquella ligereza que la caracterizaba, Macarena Louisa era un mujer audaz en el campo de batalla, y un genio en tecnología, pero también la mujer más dócil y amable del planeta con una sonrisa que solo contagiaba a quienes la rodeaban, era ese tipo de persona que tenía el permiso implícito de hablar en un funeral y reír a carcajadas de los recuerdos y anécdotas que pudieran surgir.
―¿De verdad no te molesta? ― y era una pregunta completamente valida, cada persona dentro de la revolución estaba allí por motivos diferentes, muchas veces no se hablaba de dichas intensiones, pero era algo obvio que si estabas ahí era porque no estabas de acuerdo con las políticas del gobierno. Pero los verdaderos motivos nunca o casi nunca eran revelados. Lang venia de una familia de origen asiático, su madre y padre, abuela y hermanos, son de pensamientos muy conservadores, cuando llegaron a Agkdrez crearon vínculos con los pensamientos de preservación de la familia y de las tradiciones, pero lo que no sabían es que esos mismos pensamientos y palabras hirientes siempre terminaban destruyendo su espíritu poco a poco hasta que se convirtió en una simple marioneta a la orden de las expectativas de su padre y madre. Unirse al ejército fue como la mejor noticia para su familia pues eso significaba que la familia tendría el honor de servir a los intereses de su nueva nación y para los asiáticos que se les dificultaba tanto encajar a los paises a los migraban, esto les aseguraba poder tener algo de lo que sentirse orgullosos ante esta nueva sociedad.
Pero un día conoció al capitán Valler, una vez estuvo en un pelotón de infiltración, era una misión de recolección de información en el medio oriente, entre las personas que conformaban el equipo se encontraba un hombre con el cual había formado una fuerte amistad, tanto que para Lang se volvió algo más, afortunadamente la única persona que se dio cuenta había sido el capitán Valler, cuando él lo confronto Lang pensó que era su fin, si se enteraban de su orientación sexuales su carrera estaba acabada, y peor aún lo condenarían a cadena perpetua por inmoralidad según el código penal Agkdreano, pero contra todo pronóstico, el hombre que se veía por fuera completamente estoico, y el estereotipo perfecto de lo que debería ser un hombre, era tan solo la máscara que ocultaba a un alma cálida, amable y comprensiva, Lang no iba a negar que se sentía completamente descolocado al saber que ese hombre que estaba frente a él, tenía aquel tono tan compresivo hacia él. Azher le había dado consejos de como disimular mejor, que era imperativo que nadie se diera cuenta porque no todos lo entenderían, sin mencionar que le dijo que se fijara en alguien mejor que el sargento Volkov, era el peor candidato para su vida, tenía reputación de solo aprovecharse de cada mujer que se le cruzara por el camino, algo que Azher detestaba mucho, ese tipo de hombres no le agradaban. El día en que el capitán Valler le hablo sobre los revolucionarios no lo pensó dos veces, Azher era una persona que él admiraba, era un líder para él y seguiría luchando a su lado hasta las últimas consecuencias, en especial si era para crear un mejor país.
Maki suspiro, su mirada se tornó nostálgica, y su sonrisa tan brillante parecía haber sido nublada por uno de esos días de lluvia torrencial, que daba la apariencia que el cielo estuviera llorando todo lo que ellos no podían llorar.
―Yo tenía una hermana gemela, ella y yo compartíamos todo, éramos las mejores amigas, un día ella me conto que le gustaba una chica de nuestra clase. Yo era muy estúpida en ese momento y creía todo lo que me decían mis padres sin nunca cuestionar nada, así que les dije. Ellos llevaron a Nadia con psicólogos, terapeutas, ella siempre fue muy fuerte y de carácter indomable, ella se negaba a creer que lo que sentía estaba mal, decía hasta el cansancio que ella estaba bien, pero todos estábamos en contra de eso, me incluyo, yo deje a mi hermana a un lado, pues todos decían que yo debía mantener mi distancia que si no lo hacía sería igual que mi hermana, el bullying que sufría ella era algo que yo no quería sufrir, así que un día le dije a mi madre que quería tener una habitación propia porque estar con Nadia me incomodaba, incluso le dije que mi propia hermana me veía de manera extraña, y sabes era mentira solo lo dije para convencer a mamá, ella me dio una habitación propia pero mi hermana se llevó la peor parte de los gritos e insultos de mamá... un día yo salí a comprar unos vestidos con unas amigas, para ese momento Nadia y yo, ya ni siquiera nos veíamos a la cara, así que no le di importancia cuando me fui, pero cuando llegue había un ambulancia en mi casa y estaban sacando una bolsa negra del tamaño de un cuerpo, entre corriendo a mi casa y vi a mamá llorando y mi padre solo le gritaba, le decía que no había motivos para llorar por una sucia pecadora, mi padre agarro toda la ropa de mi hermana y todas las cosas que pudo y les prendió fuego dijo que en su casa no habría nada que fuera de ella, que él nunca tuvo dos hijas, solo una, que siempre había sido así.
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Operación Quimera
Science FictionAgkdrez es una nacion en auge de grandes capacidades economicas y con enormes recursos naturales, una nacion atractiva para que los empresarios del mundo inviertan, o eso dice el foro del banco mundial, pues tras su fachada de nación idilica, se es...