Capítulo 15 Por respeto al rey

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―¿Qué tan lejos esta esa salida? ― pregunto Melchor quien iba en la retaguardia, tenían como diez minutos de haber salido del calabazo donde estaban Samuel y América, quien los estaba guiando por un entrañable mar de pasillos que parecían más un laberinto interminable infestado de sus animales favoritos "ratas" algo que sinceramente no le hacía gracias. ― Porque odio a las ratas.

―Para ser un vampiro eres muy delicado, y estresante ¿te lo habían dicho? ― expreso América revirando los ojos, de lo obstinada que se sentía de las constantes quejas del vampiro.

Mientras Runiar y Samuel se mantenían callados, él porque no quería decir algo que terminara alterando a América, y ella porque de lo contrario terminara gritándole a Melchor de quien estaba más que harta, en su opinión pasar un día completo con el irritante rey de los vampiros era suficiente por al menos unos cien años y esperaba de todo corazón no tener que hacerlo. Melchor no respondió a la pregunta de la mujer sencillamente no veía el porqué, aunque mucho dirían que tal vez se sentía algo intimidado por ella, aun con esa fisionomía muy ruda, y su carácter sarcástico el vampiro solía ser un poco sensible ante las críticas agresivas. Los pasillos de pronto se volvieron más angostos ya no podían caminar de dos en dos, ahora tenían que ir en fila india, en el aire se empezó a sentir un olor a humedad como el de las tuberías viejas doblaron a la izquierda y frente a ellos se encontraba un pasillo con una escaleras que bajaban a un lugar oscuro sinuoso y bastante húmedo, la primera impresión fue que era un sistema de alcantarillado, pero el olor a agua tierra mojada y a la humedad sin el característico aroma de a podrido de esos lugares quito por completo esa opción, sin pensarlo dos veces América empezó a caminar y todos los demás la siguieron, la obscuridad no les permitía ver claramente así que Samuel haciendo gala de sus habilidades hizo aparecer cuatro bolas de fuego uno para cada uno, y aunque ninguno de los otros tres lo necesitaba pues podían ver perfectamente en la obscuridad nadie objeto el amable gesto del chico quien dio un suspiro de alivio y resinación al ver como la mujer morena ni siquiera lo volteaba a ver, sintió una mano en su hombro, e inmediatamente volteo a ver a la persona que estaba detrás de él, la mirada de su tío solo le indico que él entendía lo mal que lo estaba pasando, pero también parecía decirle que le diera tiempo a que pudieran aclarar las cosas, Samuel no sabía decir si todo eso de verdad se lo dijo la mirada de Melchor o solo fue su subconsciente que lo quiso consolar con la fantasiosa idea de que ella alguna vez lo iba a perdonar, de una u otra forma se valía soñar.

―¿Qué es este lugar? ― pregunto Runiar.

―Lo llamamos la gruta del lobo, esta cueva subterránea está conectado con el valle que rodea la capital, nos deja exactamente al otro lado de la montaña, se supone que se iba a usar para cuando invadiéramos Richercolt hace un mes, pero como me imagino que ya sabrán, todo se fue al carajo. ― explico América, que aún tenía ese tono de voz que usaba cuando estaba de mal humor. Samuel se sorprendió a sí mismo reconociendo ese peculiar detalle, haciendo que una sonrisa se le escapara, la cual no duro mucho cuando rápidamente América lo volteo a ver con una mirada cargada de odio, esos ojos llenos de un sentimiento tan doloroso como el odio solo sirvió para que el corazón de Samuel empezará a disminuir su ritmo cardiaco, como si el hecho de saber que había perdido la oportunidad de estar con quien amaba, hacían que su corazón perdiera los deseos de seguir latiendo.

La gruta del lobo era una enorme cueva subterránea que se ubicaba justo debajo de la montaña que se yergue a los pies de la capital, el piso era liso por lo que parecía obra de la erosión del agua, del techo las estalactitas amenazaban sus cabezas viéndose tétricas y peligrosas, en especial con la poca luz que emanaban de las bolas de fuego de que había convocado Samuel, el tramo a pesar de que era más espacioso que los angostos pasillos de la ciudad mecánica era bastante más largo, pues el castillo que antes le dio nacimiento a la gran ciudad capital estaba al pie de la montaña, así que les tocaría recorrer el lugar de manera calmada principalmente porque la velocidad de todos o bueno casi todos podría hacer eco en la cueva causando problemas.

Operación QuimeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora