Si no fuera porque se estaban escondiendo despertar con el canto de los pájaros seguro sería una de las mejores formas de recibir el amanecer, pero la realidad de su vida era otra, Azher, veía el reflejo de su rosto en el arroyo que estaba cerca de la casa de seguridad donde había llegado, no se habían podido comunicar con nadie, y aun nadie los había ido a buscar como había dicho Rosa, pero no era nada raro transportar a tres fugitivos y cruzar la mitad de un país no es algo que se pueda hacer a la ligera. Suspiro profundamente como intentando sacar todos los sentimientos que le impedían ser más objetivo en la situación, pero le era imposible, había arrastrado a dos personas inocentes a todos sus desastre, la culpa, el dolor y el miedo de poder perderlos lo estaba carcomiendo. Aun podía sentir el humo en su garganta y no porque le hubiera afectado, el humo no afecta los pulmones de las quimeras, era porque ese humo representaba el peor momento de su vida, el momento en que pensó haber perdido a su familia por segunda vez, si eso hubiese pasado, ¿hubiera sido capaz de sobrellevarlo? De continuar con su misión y destruir al comandante, no se creía capaz, era imposible la cuota de sufrimiento que un hombre podría soportar era limitada, y él ya había superado esa cuota hace mucho tiempo el día en que perdió a los dos primeros amores de su vida. Se lavo la cara buscando algo que refrescara la tormenta de pensamientos que tenía, pero como cualquier placebo el efecto poco duro se levantó y agarro los baldes con agua que había ido a buscar y emprendió el camino de regreso a la casa de seguridad.
Los bosques que rodena la ciudad de Seeker, eran muy conocidos por sus árboles de Afrodita, eran enormes arboles con flores de un color rosado intenso y de olor dulce, como a frutas, las personas que vivían en la ciudad contaban la historia de la diosa del amor griego que una vez se alejó del olimpo para verse con un amor secreto que fue descubierto por Hefesto quien era su esposo, este con todo el poder de su ira y dolor por la traición de su amada uso su poder para destruir al hombre con quien Afrodita lo había engañado, la diosa al quedar desconsoladas lloro desconsoladamente y sus lágrimas hicieron que de la tierra brotaran enormes árboles con flores hermosas como el amor que el hombre le profesaba a la diosa, los árboles fueron llamados Afrodita, y las rosas Cosmo, igual que aquel mortal de quien ella se enamoró, la vista desde las alturas era hermosa, y todo el que llegaba a la ciudad que estaba dentro de un valle podía ver como estaba rodeado de una color rosa intenso y de un olor dulce, todos conocían a Seeker como la ciudad del amor eterno. La puerta de la casa de seguridad estaba abierta, el corazón de Azher empezó a latir, fuertemente, habían quedado en que la puerta siempre debe permanecer cerrada, ¿Por qué estaba abierta? Será que los encontraron, ¿Cómo era posible? Tenía todos sus sentidos alerta, era imposible de que alguien aparecía sin que él lo detectara, además la casa de seguridad no estaba muy lejos del arroyo como era posible. sus manos empezaron a temblar su cuerpo estaba sintiendo pánico de querer entrar, nunca pensó que una quimera pudiera sufrir de dolor de cabeza, pero él estaba experimentado algo muy parecido, a eso, sus ojos se volvieron de color rojo involuntariamente...
―¡Lake te he dicho que cierres la puerta! ― dijo la voz de Mónica quien aparecía en la puerta principal y se topó con un pálido Azher de ojos rojos brillante. Mónica ya había visto a su pareja transformado, no le daba miedo, pero la expresión de terror que tenía el caucásico hombre en el rostro la inquieto. ― Amor ¿estas bien?
Los dos baldes cayeron rápidamente en el suelo desperdigando el líquido que llevaban dentro, los brazos de Azher envolvieron a Mónica, con delicadeza y temblor, ella pudo sentir como él sudaba y escuchar pequeños sollozos que salían de su garganta, ella no entendía que era lo que pasaba, nunca lo había visto así pero solo atino a hacer una cosa, envolverlo a él también entre sus brazos y asegurarle de manera no verbal que todo estaba bien y que ella estaba ahí papa él en todo momento.
―Lo siento ma... ― las palabras del niño desaparecieron una vez que vio aquella escena que para él era completamente inexplicable, no entendía porque su padre parecía estar llorando y porque abrazaba a su madre como si esta se fuera a ir a algún lado. ― ¿está todo bien? ― pregunto. Azher rápidamente se separó y de manera torpe dijo que sí, y que no pasaba nada, se disculpó por derramar el agua y volvió al arroyo a gran velocidad para buscar más. ― ¿Mamá?
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Operación Quimera
Science FictionAgkdrez es una nacion en auge de grandes capacidades economicas y con enormes recursos naturales, una nacion atractiva para que los empresarios del mundo inviertan, o eso dice el foro del banco mundial, pues tras su fachada de nación idilica, se es...