En el Hazbin hotel había silencio, era de noche y ya todos se habían ido a dormir, después de un rato de copas y charla entre los principales del Hotel era hora de descansar.
Excepto por 2 integrantes del hotel, los cuales estaban ocupados atendiendo sus asuntos. Perdidos en los pasillos del hotel, se encontraban el Monarca del infierno y el Demonio Radio, hundidos en una lasciva pasion, ambos besándose desesperadamente como si su vida dependiera de ello.
En cierto modo era comprensible, ya que estos dos tenias días sin hacerlo, a pesar de que su trato iba básicamente de obtener placer del otro, tenía 2 meses que no tenían este tipo de encuentros.Alastor besaba con fuerza a Lucifer, apretaba con una de sus manos el pequeño trasero de Lucifer, como si de una jugosa fruta se tratará, con la otra mano envolvía sus delgados y largos dedos en los rubios cabellos del contrario, su beso era tan agresivo y lleno de lujuria que incluso en sus labios comenzaban a formarse cortadas, las cuales comenzaban a sangrar, haciendo que la saliva de ambos se combinará con el sabor metálico de la sangre del Demonio Radio.
Ambos respirando con fuerza mientras sus bocas se presionaban con fuerza la una a la otra intentando obtener el control de aquel apasionado beso, una vez que el aire era necesario para ambos, se separaban por instantes dejando un hilo fino de saliva y sangre al rojo vivo, una vez que un poco de aire regresaba a sus pulmones volvían a besarse con fuerza, convirtiendose así en un lujurioso vaivén.
Alastor con sutileza y sin dejar de besar a Lucifer comenzo a desprender la camisa blanca del monarca, la cual ya se encontraba bastante desarreglada, se deshizo de la prenda poniéndola en la mesa donde Lucifer estaba sentado. Alastor se separó de aquel beso tan apasionado, dejando a Lucifer jadeante y sonrojado, su pecho subía y bajaba con dificultad al querer estabilizar su respiración, su contrario solo lo observaba, apreciaba y miraba con detenimiento las facciones del monarca, era cierto que le parecía lindo, pues al ser un angel caído, aun conservaba su belleza, esa belleza que lo caracterizaba como angel.
Observaba de arriba a abajo con su mirada totalmente fascinada, la piel lechosa y nivea, tan pálida y perfecta, con algunos toques de rubor en ella, sus ojos rojos carmesí, que irradiaban misterio, digno del Rey del Infierno, sus finos cabello dorados, que siempre llevaba peinados de manera elegante y con delicadeza ¿como es que nunca se había dado cuenta que tenía a un ser tan hermoso y perfecto solo para el?
-Al...-
La voz grave que respiraba con dificultad al hablar saco a Alastor de sus pensamientos devolviendo a la realidad al demonio, era el monarca, el cual lo miraba desconcertado y con un poco de curiosidad en su rostro.
-¿Te sucede algo?-
Dijo Lucifer con la voz un poco más calmada.
-N... No, todo está bien su Majestad...-
Dijo Alastor ahora posando su mirada bermellón en los ojos carmesí del soberano, sin pensarlo mucho y más siendo un impulso de sus copas de más que de su razón hablo.
-Solo admiraba su belleza... Que a pesar de ser tan notoria, es la primera vez que me pierdo en ella...-
Los ojos de Lucifer se abrieron, dejando ver la sorpresa ante las palabras del demonio.
¿Que había sido eso? ¿Por que de la nada le dijo un halago ton notorio?
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¿Tenemos un trato?
Romance"𝑅𝑎𝑏𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛, 𝑠𝑢𝑓𝑟𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑠𝑜" Este es el primer fic que escribo, espero les guste ^^