Al terminar ese cansado día, el demonio radio se encontraba en su estación de radio, como siempre, terminando de dar su programa de la noche.
-Con esto mis queridos oyentes, el demonio de la radio se despide. Tengan una linda velada... Su servidor, Sir Alastor.
Al terminar aquella transmisión apagó todo monitoreo de la torre y suspiro pesadamente, ese día estuvo muy ocupado y no pudo siquiera pensar en su bello angel, como ahora comenzaba a llamarlo, pues al ser su primer amor era un tanto... Cursi.
Se dejó caer sobre su silla de monitoreo y luego cerrando los ojos pensando en su angel, la maravillosa y perfecta idea para que el le perdonará paso por su mente.
-Eso es... Será un tanto tedioso pero servirá...
Finalmente se quedó toda la noche ahí, trabajando en su disculpa para su Majestad y no sólo eso, también un pequeño regalo para el monarca.
A la mañana siguiente, Lucifer se despertó un poco adormilado, sintiendo que había dormido de más, mirando su habitación y sus rosas rojas aún frescas noto un detalle peculiar que le llamó la atención, así, colocándose su bata de seda rosa y sus afelpadas pantuflas camino hacia aquel detalle. Una radio antigua de madera que parecía ser tallada a mano, incluidos los preciosos detalles en dorado que adornaban la misma.
Y al lado de semejante detalle, una preciosa rosa, pero no una rosa cualquiera, si no, una Camellia Japonica, o más que nada, una rosa de invierno. Era de un precioso color rojo vibrante que parecía mancharse con tinta blanca, y el olor que emanaba era tan fresco y peculiar.
Con cuidado tomó la bella rosa entre sus delicados dedos, acercando la flor a su nariz para poder apreciar aún más su olor, cerro sus ojos inhalando aquella frescura, cuando los abrió se percató que había una nota al lado de la radio, dejo la rosa con gentileza y tomó la nota, luego la leyó.
"Mi señor le obsequio esta radio y le pido que a las 7:30 de la noche la encienda en el primer canal que salga, tengo que decirle algo.
-Alastor."
Lucifer dejó aquella nota de nuevo en el escritorio, volvió a tomar su bella camellia japonica y se sentó en uno de los sillones, mirando la rosa, sumido en sus pensamientos.
-¿Que es lo que quieres de mi?
Murmuro en voz baja mientras pensaba en aquel pecador, sin más llevo consigo su bella rosa y la dejó en un pequeño florero junto a su cama, se dispuso a ducharse y cambiarse para empezar a revisar algunos papeles, no sin antes bajar a desayunar con su adorable manzanita.
Ya en el comedor, este noto que el demonio radio no se encontraba ahí como habitualmente lo hacia.
-Hija... Donde esta Alastor?
Pregunto ya que el no verlo ahí era raro.
-Oh! Hola papá! Me dijo que iba a desayunar fuera este día, así que partió hacia el barrio caníbal... Creo.
Charlie puso los platos de comida sobre el comedor y se dispusieron a desayunar.
-Siéntate papá, el desayuno esta listó
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¿Tenemos un trato?
Romance"𝑅𝑎𝑏𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛, 𝑠𝑢𝑓𝑟𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑠𝑜" Este es el primer fic que escribo, espero les guste ^^