~𝐼𝑛𝑣𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛~

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Paso aproximadamente 1 mes desde el último beso de Alastor y Lucifer. Algo paso que causó confusión en Lucifer, Alastor se alejó repentinamente del monarca, luego de ofrecerle por última vez su compañia y empatía con ese último beso, Alastor evitaba a Lucifer, claro, seguía apoyándolo desde lejos, mandándole mensajes un tanto cortos.

Esto tomó por sorpresa al soberano ¿por que estaba evitando verlo de frente?

Esas preguntas invadían su mente de vez en cuando, mientras los días transcurrían con "normalidad"
Ciertamente no le daba mucha importancia a la ausencia de Alastor, no era como si este pecador le importara al 100% se conformaba con los breves mensajes que este le mandaba, a pesar de que sabía que tenían a un trato el cual incluía tener intimidad, a veces no era necesario, o obligatorio, solo era cuando les apetecía tenerlo.

En cambio Alastor sabía perfectamente cual era la razón, algo que aún no admitía al 100%
Pero que sin duda, sabía que ahí se encontraban.

Sin tener más opción y viendo que su plan se retrasaba, decidió dar un paso un tanto arriesgado. Le pediría a su Majestad que lo liberara de su trato. Como últimamente lo hacia, mando una pequeña nota a la habitación del monarca.

"Mi señor, ha pasado tiempo desde que nos vimos... ¿Podría concederme el placer de verlo esta noche?"

Alastor-"

Era lo que decía el pequeño mensaje, luego de hacerlo llegar a la habitación del monarca, espero paciente la respuesta.

Lucifer se encontraba sentado en un sillón que daba hacia la ventana leyendo un libro. Los leves rayos de luz que se posaban acariciando suavemente su blanca piel, sus bellos cabellos dorados, brillando casi como la misma luz, llevaba puesto una camisa blanca desabotonada hasta la mitad del pecho, pantalones blancos y sus clásicas botas negras, sin duda, la viva imagen del angel mas bello caído hacia el infierno.

La sombra de Alastor se acercó con cautela admirando la maravillosa vista que tenía enfrente, cuando el monarca se percató de su presencia lo miro sorprendido, no esperaba ver la sombra de Alastor ahí.

-Oh... ¿Necesitas algo?

Pregunto cerrando suavemente el libro que tenía en manos.
La sombra sin responder, solo saco el papel que Alastor escribió, lo acerco hacia la mano de su Majestad, y antes de que este lo tomara, la sombra tomó y beso con suavidad la mano del monarca, posando un suave beso sobre el dorso de su mano.

Lucifer un poco confundido, solo dejó que la sombra continuará con la acción, luego, recibió el mensaje, lo leyó atentamente, y sin más escribió la respuesta.

"Claro Al... Te espero en el balcón cerca de la azotea, a las 8:30pm."

Luego de escribir su respuesta, se dirigió hacia la sombra y le entregó el papel. Este gustoso lo recibió, solto una sonrisa de alegría y se retiró.

Volvió rápidamente hacia Alastor, entregándole entusiasmado el papel con la respuesta, este simplemente lo leyó, y luego se retiró para continuar con sus actividades.

Por el contrario, Lucifer estaba sorprendido por la repentina invitación a verse esa noche, ¿Alastor querría más que solo un encuentro casual? No lo sabía, pero de cierto modo estaba feliz de volver a recibir la compañia de Alastor, más que solo sus mensajes de apoyo, quería tener una charla amena sobre su progreso con su depresión y el olvidar a Lilith, y más que nada... Quería saber que era lo que quería Alastor.

Pensando un poco, mirando hacia la ventana, volvió a abrir su libro, dispuesto a leer un poco más antes de prepararse para el encuentro de esa noche, sonrió feliz, y comenzó con su lectura.

Mientras Alastor realizaba sus actividades rutinarias del hotel, su mente no podía dejar de pensar en su proximo encuentro con el monarca, estaba ansioso por saber la reacción de Lucifer ante su petición ¿Le concedería el deseo de romper su trato? ¿Sospecharía sobre el plan de Alastor? Ciertamente no creía que fuera posible, desde que su trato comenzo estos comenzaron a tenerse confianza, y más ahora que "se apoyaban mutuamente" no tendría por que haber sospechas, llevaban aproximadamente 9 meses de amistad así que, sentía que sería fácil convencerlo de liberarlo de su trato.

...

Claro, en el fondo no sólo quería que Lucifer lo liberará de su trato, también anhelaba verlo, apreciar nuevamente esa belleza tan cautivadora que caracterizaba al soberano del infierno.

Tantos pensamientos y preguntas invadían su mente, al mismo tiempo que sentía una ansiedad enorme y en su estómago "ganas de vomitar" o eso era como el describía ese sentimiento.

Al tiempo, 8:10pm de la noche, en la habitación de Alastor, este se encontraba vistiéndose, luego de tomar una ducha, terminó con su vestimenta, su típico traje en tonos rojos, pero, con su toque característico, su perfume con notas olor a flores de tabaco y cerezas acidas, uniendo así las notas en un aroma embriagador y atrayente, que por supuesto es increíblemente masculino y con carácter.
Acomodo por última vez su corbatin, y se dispuso a salir de su habitación.

En la habitación de Lucifer, este se encontraba arreglando sus dorados cabellos mientras se miraba al espejo, una vez hecho su peinado de forma delicada y elegante hacia atrás, dio un último vistazo a su reflejo, sin más procedió a colocarse su última prenda, su chaleco color salmón.

¿El olor de Lucifer? Bueno, su perfume, dulces notas de manzana roja, combinado con las rosas rojas y la grosella, un perfume dulce e intenso.

Sin más, y listo para su encuentro con el Demonio de la Radio, salió de su habitación, incorporándose por los pasillos del hotel.

Ambos, caminando de cada uno de los extremos de los pasillos del hotel, hacia el centro, hacia un mismo destino, el balcón de la azotea. Lugar donde se encontrarían después de mucho tiempo sin verse a la cara.

¿Tenemos un trato? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora