-𝐸𝑙 𝐶𝑜𝑟𝑡𝑒𝑗𝑜 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝐺𝑢𝑎𝑟𝑑𝑎𝑑𝑜𝑠-

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Invierno... ¿Existe el invierno en el infierno? Existe pero no es común, el frío invierno solo aparece una vez cada 5 años, cuando el rey Lucifer se harta del calor del infierno. De hecho... El invierno es un evento muy raro por que cada vez que llega, el frio es casi tan intenso como las mismas llamas del infierno.

Ese día, Lucifer se encontraba en el diván de su habitación al lado de la ventana, observando como los suaves y delicados copos de nieve caían lentamente sobre las rojas calles del infierno, tiñendo de blanco lentamente las mismas.

Mientras tanto, Alastor se encontraba en su estación de radio dando como siempre su programa habitual de las mañanas, informando a todo el anillo del orgullo sobre las nuevas noticias de todas partes. Este al finalizar, acomodo sus cosas y en cuestión de segundos se encontraba en la pequeña biblioteca del hotel, donde, con cuidado escogió de entre tantos libros, una pequeña caja que parecía haber sido escondida cuidadosamente.

En ese preciso momento, se presentó frente al monarca, admirando extasiado la preciosa y delicada silueta del angel que miraba la ventana, la poca luz, fría y apagada que entraba por aquel ventanal de manera delicada, se asentaba sobre la delicada piel del monarca, resaltando su perfección y palidez en su piel.

Así que, caminando se acercó suavemente a su Majestad, estando a sus espaldas, hablo en una suave y calmada voz, pero que mantenía ese toque de masculinidad en el. --¿Que es lo que observa mi precioso angel?-- mencionó mirando hacia la ventana.

Lucifer en ese momento soltó una sonrisa tranquila mientras mantenía su vista en los pequeños copos de nieve. --Simplemente observo la nieve... Es bueno tener unos días de invierno y deshacernos de todo ese calor, ¿no crees?-- mencionó el monarca para luego darse la vuelta sobre el diván y quedar de frente a Alastor. Asimismo, el demonio radio en ese momento se inco frente a él, tomó su mano y depósito un suave beso sobre el dorso de la misma. --Supongo que es bueno, mi rey--

Lucifer observo en silencio las acciones del Overlord, sin poder evitar que la sonrisa en su bonito rostro se hiciera mas ancha y alegre. Mientras tanto, Alastor alzó su vista, observando con gracia la belleza de su amado. --Majestad... Le tengo un obsequio.-- mencionó suavemente.

Al escuchar sus palabras, el monarca lo miro con total atención, y algo de curiosidad en su semblante. --¿Un obsequio?-- pregunto mientras miraba a Alastor. Poco a poco, Alastor saco la pequeña caja de la bolsa de su abrigo, junto con una rosa blanca. --Mi rey, permítame su mano...-- mencionó aquel demonio mientras dejaba la rosa blanca en el diván al lado de Lucifer, el monarca un tanto extrañado, en silencio simplemente extendió su mano izquierda hacia Alastor; donde este abrió la caja y saco algo de adentro de la misma, luego tomó con delicadeza la mano de Lucifer y con suavidad, colocó un precioso anillo de plata con un rubi rojo incrustado en el, justo en su dedo anular.

--Crei que el rubi quedaba perfecto con sus ojos...-- Mencionó Alastor mientras admiraba el dedo perfecto con el anillo, para luego dirigir su mirada hacia los ojos maravillados del rey. Por su parte, Lucifer admiraba la acción, cruzando miradas con el demonio radio, compartiendo una embelesante chispa entre ambos, para luego llevar su mano hacia el y admirar ahora el reluciente anillo.

Era un detalle realmente encantador.

Finalmente, en un suspiro de sus labios y admirando el anillo que ahora adornaba su dedo, hablo con felicidad. --Es muy lindo, Alastor-- dijo mientras continuaba admirando la preciosa pieza en su dedo. --Me alegra que le guste, mi rey-- respondió el mas alto con una dulce sonrisa.

Igualmente, Lucifer reconoció que Alastor se estaba esforzándo, había pedido perdón por el daño que alguna vez le causó, había confesado sus sentimientos, e intentaba conocer más a Lucifer, al mismo tiempo que le hablaba de cosas de su vida y de el para que Lucifer lo conociera mas, no faltaban los detalles y obsequios como las rosas, cartas y notas, y ahora... Un precioso anillo, ¿significaba esto una muestra de su compromiso por enamorarlo?

¿Tenemos un trato? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora