-𝐿𝑎 𝐶𝑜𝑛𝑓𝑢𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝐿𝑢𝑐𝑖𝑓𝑒𝑟-

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Hermoso y puro, un angel de sumo poder y dominio, el que había sido el más cercano a Dios, también así el más bello y sabio. De extremo atractivo y belleza, tan perfecto que todos a su alrededor parecían simples desechos.

Su bello cabello dorado perfectamente cuidado, la blanca y nivea piel, que cada vez que era lastimada o tocada se tornaba en un rojizo ámbar.

Esos ojos que aún conservaban su extremo brillo e ideas, pero que ciertamente estaban apagadas, sus alas rojizas y blancas dignas de un angel como Lucifer. Definitivamente estas eran las palabras con las que el demonio radio describía a su Majestad.

Y lo que pensaba de el cada vez que lo tenía cerca, la suma necesidad de poseerlo para si mismo cada vez crecía más y más y no soportaría la idea de tener que alejarse de el.

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- ¡+18! -

Aquel día Alastor y Lucifer se quedaron en la habitación del angel, pereciendo una pareja recién juntada que se consolaba mutuamente. Por supuesto, Alastor mantuvo en sus brazos al monarca, ofreciéndole consuelo y paz, esto hasta que el monarca se calmará.

Igualmente pasaron varios días. En los que Alastor se quedó al lado de su angel Lucifer, ya que este había caído en un período de depresión corto, así que se quedó con el hasta que Lucifer paso de esto.

Durante esos días Lucifer se cuestiono muchas cosas, entre ellas sus sentimientos por Alastor, para el era muy obvio lo que el Overlord sentía por el, ya que su repentino cambio de parecer y el como lo trataba, hacia que fuera muy obvio que el demonio radio gustaba del rey del infierno.

Por otro lado, el monarca no sabía que era lo que sentía por aquel pecador, ya que el no quería volver a salir lastimado como con Lilith, sentía que si se volvía a entregar por completo como lo hizo con ella, lo volverían a abandonar y utilizar; además era cierto que nunca había disfrutado tanto del sexo como con Alastor, Alastor lo hacía sentir de alguna manera... "Especial".

Pero el hecho de volver a salir lastimado o utilizado le aterraba totalmente, sabía que Alastor ya no tenía esas intenciones, pero, ¿y si cambiaba? ¿Y si más adelante le abandonaba como su ex esposa? Ademas, con lo del posible embarazo, no estaba para nada feliz.

Unos días después de su ataque de ansiedad y depresión, el monarca se encontraba en el baño de se habitación, con el demonio radio a su lado, sostenía una prueba de embarazo entre sus manos, esperando con ansiedad el resultado, deseando simplemente que la respuesta fuera negativa.

El demonio radio se acercó con sigilo al lado del monarca, colocó sus grandes manos sobre los pequeños hombros del monarca, mostrándole su total atención y compañia.

--Lucifer...--

Mucito en voz baja el más alto, luego con delicadeza envolvió sus brazos al rededor de la pequeña cintura del monarca al mismo tiempo que colocó su barbilla sobre el hombro de Lucifer. Alastor de cierto modo estaba feliz por el posible embarazo del monarca, ya que esto le ayudaría a cortejar al rey de forma más fácil, ya que estarían "obligados" a permanecer juntos por su pequeño/a primogénito.

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