¿Tenemos un trato?

~ 𝐷𝑒𝑟𝑟𝑜𝑡𝑎 𝑦 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 ~

Alastor después de su total fracaso, regresó a su habitación, sintiendo una derrota total y una impotencia en todo su ser, la rabia recorría sus venas, pero en el fondo un sentimiento de culpa comenzaba a aparecer en el.
Ahora sólo le tocaba esperar la respuesta del monarca, y saber si su plan, se había ido totalmente al carajo.

1 día después, el mensaje tan esperado llegó.
La sombra de Alastor se presentó ante el con desesperación, arrastrándose por las paredes del hotel, cuando  estuvo lo suficientemente cerca de Alastor, le entregó la nota que contenía el mensaje de su Majestad.

"Alastor, ya tengo mi respuesta... Prefiero decírtelo en persona para aclarar tus dudas. Te espero en mi habitación a las 9:00pm"

Alastor leyó atentamente el mensaje, luego lo dejó sobre su mesita de noche, y se dispuso a comenzar con sus actividades diarias.

-Hora: 4:30pm-

-Al te parece bien esta idea para los pecadores...? Alastor... Alastor?

-Eh? Ha si si, claro Charlie, es una buena idea...

-Alastor ¿estas seguro de que estas bien? Todo el día has estado distraído... Incluso algo sumergido en tus pensamientos...

-Claro que estoy bien querida! Solo tengo otros asuntos pendientes, que me han tenido como loco estos días.

-Bueno... Te parece si continuamos mañana? Tal vez necesites descansar.

-Si a ti te parece bien querida, te tomaré la palabra.

Alastor se paró del sofa donde revisaban los asuntos del hotel y se dispuso a regresar a su estación de radio.

-Bueno querida Charlie, volveré a mi estación de radio, nos vemos mañana!~

Sin más, el Overlord se retiró de la sala del hotel, volviendo a sus asuntos. En silencio total, este se sentó en la silla de monitoreo de la radio, mirando a la nada, sumergido en sus pensamientos, tal vez había adelantado mucho su plan, tal vez el monarca le diría que no lo libraría de su trato, o tal vez... Estaba recordando otras cosas...

Con movimientos suaves, desató su corbatin, luego su camisa, dejando al descubierto su pecho y abdomen, aparte de ser un pecador muy bien dotado, su cuerpo también estaba marcado, notándose su marcado abdomen y pectorales.
Luego llevo una de sus manos a sus labios cerrando los ojos, recordando con deseo el beso que se habían dado el y el monarca  la última vez que tuvieron intimidad, recordaba con fervor como entraba una y otra vez dentro de su Majestad, casi como un animal salvaje.

Con sus ojos aún cerrados bajo lentamente su mano, recorriendo su pecho y abdomen, llegando finalmente a sus pantalones, donde una erección era bastante notoria. Paseo su mano por encima de su pantalón, mientras los pensamientos de el y su encuentro con el monarca invadían su mente, solto un leve jadeo al desabrochar su cinturon y pantalones, donde los bajo hasta sus muslos con todo y ropa interior, la enorme ereccion se dejó ver, este miro como su palpitante pene se comenzaba a lubricar con sus fluidos naturales, con la mente nublada por sus indebidos pensamientos, llevo una de sus manos hasta su miembro, tocando con delicadeza mientras subía y bajaba su mano lentamente, este solto un jadeo al sentir su propio toqué.

Pensando aún más en Lucifer, la forma en la que lograba ponerlo debajo de el, como su Majestad rogaba por que Alastor fuera más rudo, como de los bellos labios del monarca salian tan deliciosos sonidos, todos producidos por el. Simplemente hizo que Alastor enloqueciera, comenzó a mover con rapidez su mano, la subía y bajaba sobre su erecto miembro, mordió con fuerza sus labios, dejando que los jadeos se escaparan de su boca, todo lo que estaba haciendo lo tenía en un nivel de éxtasis demasiado fuerte, estaba fuera de si mientras se masturbaba pensando en el monarca.

Jadeaba pesadamente, y las gotas de sudor comenzaban a aparecer sobre su rostro y pecho, dejando caer su cabeza hacia atrás por el placer, comenzó a subir y bajar su mano con aún más fuerza, sintiendo el éxtasis que pronto lo tendría en su límite.

Su aliento era visible sobre su estación de radio, creando el ambiente perfecto para los indebidos actos del demonio, mordiendo con fuerza sus labios mientras dejaba escapar sus roncos gemidos, la viva imagen del rostro de Lucifer le vino a la mente, terminando con fuerza sobre su mano mientras, dejaba caer su cabeza nuevamente hacia atras, un gemido fuerte y de estática salió de sus mallugados labios por las mordidas que este mismo se había producido.
Con la mirada perdida miro su mano, donde se encontraban los restos de su espeso esperma, luego cerro los ojos y respiro pesadamente para regularizar su respiración.

-No puedo creer que haya hecho esto...

Dijo para si mismo mientras se limpiaba la mano.

-Y más pensando en...

Antes de terminar su frase, volvió a acomodar toda su ropa, aun sentía múltiples sensaciones recorriendo su cuerpo y miembro, incluso un breve escalofrío recorría su espalda, una sensación que lo invitaba a seguir masturbándose. El decidio detenerse ahí, se sentía como un pervertido por estar haciendo tal cosa, algo que nunca había hecho.
Uso su sombra para transportarse de manera rápida a su habitación dentro del hotel. Cuando llegó ni siquiera se quitó la ropa, se metió rápidamente a la ducha, dejando caer el agua fría sobre su cuerpo y cara, buscaba la manera de bajar el intenso calor que estaba sintiendo por todo su cuerpo, también, la enorme erección que parecía no bajarse, a pesar de ya haberse tocado una vez esta seguía ahí, como si necesitará aún más.
Fue ahí cuando el demonio radio comprendió que, estaba en su ciclo de calor.

Después de un rato en el agua fría, su cuerpo consiguió calmarse un poco, Alastor se encontraba sentado en la ducha, mientras el agua fría seguía cayendo sobre el. Finalmente este salió de la regadera, cerrando las llaves del agua, para luego desprenderse de sus prendas mojadas, se puso una toalla sobre su cintura dejando al descubierto su pecho, se sentó sobre su mullida cama, revisó la hora, 5:15pm
Aun faltaba tiempo para ver al monarca, sin nada más que hacer, tomó de su cajón un inhibidor para calmar su celo. Luego se dispuso a dormir un rato, para olvidar la vergüenza de su acto tan indecoroso.