¿Tenemos un trato?

-¿𝐶𝑜𝑛𝑓𝑖𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙?-

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Aun mantenía mis párpados cerrados cuando sentí la cálida luz entrando por las pesadas cortinas de mi habitación, abrí lentamente los ojos sintiendo como la luz se posaba sobre mi rostro, con un movimiento lento me senté sobre la cama admirando alrededor.

Recordando lo que pasó en la madrugada... Tengo que decir que... No se si realmente confío en Alastor, aunque extraño su compañia y los momentos que compartíamos juntos antes pero a pesar de eso no confío completamente en el y ahora se que el quiere que recuperemos eso, pero con la diferencia de que sea real.

Me levante de la cama para dirigirme al baño de la habitación, entrando a la misma llene la bañera con agua tibia, me deshize de la bata rosada que llevaba en ese momento y me mire por unos minutos al espejo en lo que la bañera se llenaba.

Mire con cautela mi cuerpo, cuando una sensación extraña recorrió todo mi ser haciendo que deslizara suavemente una de mis manos por todo mi cuerpo, cerre los ojos imaginando algo un tanto... Impuro de mi parte.

Con los dedos de la mano roce con delicadeza mi pecho, apretando suavemente mis pezones  donde solté un suave jadeo, más al imaginar que... El que estaba tocando mis pezones de esa manera... Era Alastor.

Abri los ojos y me detuve abruptamente al escuchar el agua de la bañera derramarse, caminé rápidamente y cerré la llave del agua, aplique algunas esencias de lavanda y sumergi mi cuerpo con delicadeza, al sentir las burbujas de jabón y el refrescante olor de la lavanda deje caer mi rostro hacia atrás luego lleve mis manos hacia el mismo y tape mi rostro con vergüenza.

--Realmente extraño tus toques...--

Murmure entre mis labios, al mismo tiempo sentí una vergüenza enorme al mirar mi entre pierna y notar que... Estaba erecto.

--¿Puedo volver a confiar en ti?--

La duda crecía constantemente al mismo tiempo que lo extrañaba de algún modo, pero me sentía más y más tonto al querer darle la oportunidad de volver a confiar en el.

Al final me di una ducha mientras pensaba en muchas cosas, entre ellas, que quería volver a sentir el toque de Alastor sobre mi cuerpo, pero realmente ese día no tendría tiempo para pedírselo además no sabia si estaba listo para eso de nuevo, después de lo traumático que fue la última vez que lo hicimos...

Cuando termine de eso me dirigí a mi habitación y revise los papeles, tenía una reunión ese día con el consejo del infierno al parecer otro asunto con los exorcistas, le diría a mi patito que fuera pero ya le había pedido muchas veces que ella fuera... Así que es hora de que su rey se tome en serio los asuntos del infierno.

Ese día me puse mi traje blanco, esta vez sin mi sombrero de copa y gracias a mi magia pude llegar a la reunión... Tan aburrida como siempre, obvio mi presencia causó revuelo ante el consejo, el que el monarca del infierno se apareciera así después de mucho tiempo alertó a los demás ya que pensaron que algo estaba mal, cuando simplemente necesitaba tomar mi posición real, mi posición de rey.

Al terminar aquella reunión tenía otros asuntos más, con los Goetia y más y más asuntos reales... Incluso, comenzaba a volver a extrañar a ese pecador sonriente.